Las investigaciones que determinarán cuáles fueron las causas del accidente de tren de Santiago de Compostela del pasado 24 de julio podrían no centrarse solo en lo que pasó aquella fatídica tarde, sino retrotraerse a un tiempo anterior, como pudieron ser los años en los que se realizaron las obras del AVE y que culminaron con el viaje de inauguración de la línea Madrid-Ferrol en diciembre de 2011. Así lo apuntó ayer el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, quien aseguró que el juez Luis Aláez, que instruye la causa del siniestro, deberá determinar si «tuvo algo que ver» en el descarrilamiento «el hecho de que el proyecto inicial se modificara para acabarlo antes y cortar una cinta». Hernando se refería así a ciertos puntos que podrían poner en entredicho las obras y la seguridad en la curva de Angrois, como que no se expropiaran más terrenos para evitar que ésta fuera tan cerrada, que se usaran los raíles convencionales anteriores a la alta velocidad o que se optara por el sistema de seguridad ASFA, más anticuado que los ERTMS, que frenan por sí mismos el convoy.
El popular recalcó así que en el proceso judicial abierto «se tiene que estudiar», y así «se está haciendo», «todas las decisiones que se han ido tomando a lo largo del tiempo». Aunque aseguró que no cree que «nadie tomara ninguna decisión que pudiera afectar a la seguridad del tren y de los usuarios», insistió en que deberá ser Aláez quien determine si tuvo algún efecto «el hecho de modificar ese trazado y de adelantar la apertura de ese tramo».
Hernando consideró, por otro lado, que no comparte la opinión de la diputada del PP en la Asamblea de Madrid María Teresa Gómez-Limón, que resultó herida en el accidente y que el miércoles exigió la dimisión de los presidentes de Renfe y de Adif, Julio Gómez-Pomar y Gonzalo Ferre.
El portavoz explicó que, aunque la «respeta», no secunda esta opinión, porque piensa que «no son responsables de las acciones que llevaron a que el tramo donde se produjo el accidente tuviera las medidas de seguridad que tenía y que se mantuvieron hasta el momento del accidente. Además, recalcó que el dirigente de Adif «lleva apenas tres meses y medio en el cargo», por lo que «intentar responsabilizarle» no le parece «justo ni razonable».
Al margen de lo acaecido en Santiago de Compostela el mes pasado, Hernando hizo hincapié en que Fomento ha actuado «de forma adecuada», España es «un ejemplo de desarrollo y modernización» en el transporte por ferrocarril y enfatizó que todo lo que se haga a partir de ahora será positivo «para garantizar que no vuelva a suceder» algo así.
Los comentarios de Hernando cayeron como un jarro de agua fría en las filas del PSOE, pues apuntaban directamente al principal grupo de la oposición (en el Gobierno central cuando se hicieron tales obras). Por eso, la exministra y secretaria de Política Social de la formación, Trinidad Jiménez, pidió prudencia e instó al portavoz del PP a que «se informe» y que se lea el auto del juez antes de hablar de responsabilidades en el accidente en el que perdieron la vida 79 personas, ya que en éste se determina «de manera clara que el proyecto ha sido diseñado, concebido y ejecutado de forma segura, ajustada a las normas de seguridad establecidas».
