El deporte, no cabe duda, es una terapia preventiva frente a algunas patologías, ya que fortalece y prepara el cuerpo para el esfuerzo físico y mental. Pero el deporte puede ser una buena terapia también para los espectadores.
Jorge Valdano definió una vez el fútbol como “lo más importante dentro de las cosas que no son importantes” y creo que tiene razón por la forma en que se vive este deporte. El futbol y el deporte en general te hacen sentir que formas parte de un colectivo: cientos de telespectadores y oyentes viven el deporte cada semana. Es una forma de crear vínculos familiares o de amistad. Sin crispaciones, es muy sano debatir y tener puntos de vista diferentes sobre cualquier partido. Y por supuesto ver deporte es un pasatiempo al igual que para otros puede ser leer, ir al cine, pasear…
Y por todo esto se puede llegar a entender que una persona enferma, incluso en una fase en la que requiere de cuidados paliativos quiera asistir al campo a ver, en este caso, futbol, como sucedió con Miguel, un murciano de 16 años que ha podido asistir a algunos partidos gracias a la ONG ‘Ambulancia del Deseo’, nacida en Países Bajos a través de un sanitario que en 2007 vio lo fácil que podía ser cumplir sueños de personas enfermas y el valor de sus iniciativas.
En 2018, esta ONG llegó a España para ayudar a cumplir sueños de enfermos españoles: ¿por qué ese sueño no va a poder ser presenciar acontecimientos deportivos que te hacen o te hicieron ser muy feliz? Miguel, murciano y seguidor del Betis, animó a su equipo en Granada gracias a esta iniciativa; seguramente, fueron dos horas en las que olvidó que tenía problemas de salud y se sintió como un espectador más.
