Claro es que los que no estamos directamente implicados en los problemas municipales, hay ocasiones en que no nos enteramos de algunas cuestiones que a todos importan. Pero poco a poco se van descubriendo algunas de ellas, por ejemplo, que el desgaste que sufre la ciudad –la ciudad y los ciudadanos, supongo- es por causa de la gran afluencia de turistas. Lo que quiere decir que el pavimento de las calles y plazas más utilizadas por ellos es el que está sufriendo por causa de sus pisadas…y nosotros echando la culpa al Ayuntamiento porque no lo arreglan en condiciones. Por eso parece muy justificada la posible decisión municipal, ahora que el paro está en situación delicada, de convocar posiblemente medio centenar de plazas de cobradores, que en su día, bien provistos de los correspondientes talonarios, se situarán en los puntos más visitados por los forasteros: Azoguejo, Catedral y Alcázar (no Alcazár, como pregona la pantalla avisadora del bus 10 Casco Antiguo), dado que la calle de San Juan está recientemente acondicionada y por ella no hay abundancia de visitantes para contemplar el polémico diablillo.
Pero es que el desgaste no solo le sufre la ciudad, sino también los ciudadanos por eso de la posibilidad de dividir la apalabra desgaste en dos, y quedarnos con el ‘gaste’ (se entiende gasto) que cada día es mayor, y eso que económicamente no todo va por el buen camino, aunque diga lo contrario el máximo mandatario del país. Pero, a pesar de todo, es necesario ‘gastar’.
Así es que, como el desgaste de la ciudad repercute poco en el turista, pues le recargamos un impuesto que no solo quedará a beneficio de la hostelería, donde imaginamos que tendría que ir parte de la recaudación, sino también de las arcas municipales, a las que irá engordando el impuesto ahora todavía en entredicho.
Los no enterados desconocemos las medidas que se van a tomar sobre delimitación de la zona de bajas emisiones y la creación de nuevas infraestructuras
Pero, claro, los no enterados desconocemos las medidas que se van a tomar sobre delimitación de la zona de bajas emisiones y la creación de nuevas infraestructuras, como un aparcamiento disuasorio. (¡Vaya, hombre! Al fin a alguien del municipio se le ha ocurrido pensar en lo que durante tiempo y tiempo hemos reclamado algunos de los firmantes en estas páginas). Dedicando también otro recuerdo a la ‘sostenibilidad y conservación del Acueducto’, que si no fuera por su fortaleza propia y tuviera que confiar en la ‘ayuda’ del municipio… apañado estaría el pobre.
Concluimos este modesto comentario de hoy a la espera de conocer con detalle qué será y cómo funcionará eso de la Oficina Inteligente de Turismo, siempre y cuando los responsables que vayan a encargarse de ella se muestren explícitos en explicaciones, para no tener necesidad de denunciar, como han precisado hacer los trabajadores de FCC ante un total ocultismo, por parte del Ayuntamiento y de la empresa concesionaria, del contenido del convenio entre ambos, con lo que se viene a confirmar lo que también están reclamando con frecuencia algunos de los concejales de los partidos políticos que tienen presencia en la corporación municipal, hartos de un exceso de falta de comunicación, como si cada problema que tiene la ciudad estuviera sometido a ‘secreto del sumario’.
Y habrá que seguir a diario las declaraciones televisivas sobre actualidad municipal y presencia en cualquier actividad de la índole que fuera… fuera del despacho, se entiende, donde sea necesaria la presencia física para que el futuro votante no olvide la imagen.
