El número de ciervos encontrados muertos en los últimos días en la Sierra de la Culebra, entre las provincias de Zamora y León, supera ya el centenar, después de los últimos hallazgos en la provincia de León. La Junta ha confirmado que, desde el pasado 28 de julio, cuando fueron hallados los primeros cérvidos muertos, son ya 92 los casos detectados en el norte de la provincia zamorana y 9 los localizados en León, sin que por el momento se conozca el origen de la mortandad.
Los casos últimos tres cadáveres localizados en la provincia de León se ubican en la comarca de La Cabrera, concretamente en la localidad de Pozos, donde se encontró una hembra sin causa aparente, ni lesiones, y en la localidad de Corporales, donde se encontraron dos hembras más. En los cotos de la localidad de Morla se da por hecho la muerte de otra hembra la semana pasada. Del mismo modo, en la localidad de Nogarejas, también fallecieron dos hembras, todas ellas sin causa aparente.
En los últimos días aparecieron tres nuevos casos, concretamente una hembra en Santa Eulalia de Cabrera y otros dos ejemplares en la localidad de Pozos, lo que eleva hasta nueve el número de animales muertos en la provincia de León. El alcalde de Truchas, municipio al que pertenece la localidad de Pozos, Francisco Simón, declaró que es posible que aparezcan más animales muertos aunque estima que no aparecerán más de una docena aproximadamente.
Simón resaltó la preocupación existente en el sector ganadero de la zona ante la aparición de varias vacas muertas en la zona. «A lo mejor no tiene nada que ver, pero es una coincidencia», dijo, y recordó la importancia del sector en la zona, donde existen alrededor de una veintena de ganaderías de vacuno. Además, pidió celeridad a la hora de analizar los resultados para buscar una solución lo antes posible.
Instrucciones
Ante la aparición de nuevos animales muertos, desde el Ejecutivo autonómico se han dado instrucciones a los agentes medioambientales de la comarca y de las zonas próximas a extremar la vigilancia y de detectar ejemplares muertos o enfermos de esa especie y también de otras. Además, por parte de los veterinarios de la Consejería de Agricultura y Ganadería se han practicado necropsias y tomado muestras que se han remitido al Laboratorio Regional de Sanidad Animal de León y al laboratorio español de Referencia de Sanidad Animal de Algete (Madrid).
Una vez que se haya localizado el cadáver y se haya procedido a obtener las muestras pertinentes para su futuro análisis, se procede a enterrar al animal con cal viva en lugares adecuados que impidan la diseminación de la enfermedad y teniendo en cuenta una serie de recomendaciones como que se trate de lugares alejados del curso de agua, pozos o manantiales, la realización de fosas suficientemente profundas que permitan ser cubiertas con cal y un metro de tierra para evitar el acceso de los carroñeros, así como que se trate de suelos y subsuelos que impidan la contaminación de aguas subterráneas.
Por el momento se desconoce la causa de la enfermedad, pero de los resultados de las pruebas realizadas a las muestras remitidas a los laboratorios se puede descartar tanto la lengua azul como la enfermedad hemorrágica del ciervo. En cualquier caso, la Junta confirmó que la enfermedad no está afectando a ninguna otra especia silvestre ni doméstica.
