El Barcelona dejó ayer escapar un triunfo que tuvo entre las manos y cayó en la trampa del Arsenal, que cuajó una extraordinaria segunda parte en la que fue letal y cuyos dos goles en cuatro minutos le dieron la victoria, la primera de Wenger contra el equipo azulgrana.
Con el recuerdo del partido del año pasado, en el que el Barça anuló y ridiculizó por completo al conjunto inglés en la primera parte, el rival tomó nota de cómo debía comportarse para evitar verse inmerso en la misma situación.
Así fue cómo en unos iniciales 10 minutos eléctricos, los locales desmontaron al Barcelona hasta comprometerlo en tres ocasiones claras de gol: en una falta que sacó Nasri, en un contragolpe en el que Walcott no fue muy preciso en el pase a Van Persie, y en un disparo de éste que encañonó a Valdés, acertado en el rechace.
Pero, pasado el primer cuarto de hora, el conjunto español regresó por sus fueros y se hizo dueño del balón. Así fue cómo Messi tuvo su primer ocasión de marcar, y también de romper el maleficio de conseguir su primer gol ante un equipo inglés, pero a pesar de amagar en dos ocasiones al meta, el balón salió ligeramente desviada. Mejor fortuna tuvo al poco de finalizar el primer tiempo, pero el árbitro le anuló un gol legal.
Dos minutos después, Villa se encontró con una situación similar, pero su control careció de acierto. En un momento de esplendor, Messi tuvo dos buenas oportunidades para romper el empate; en la primera volvió a ser impreciso en el disparo, que con la derecha lo lanzó flojo, y en la segunda no controló el balón para iniciar una carrera en solitario hacia la meta británica.
El Arsenal entendió que el contragolpe debía ser su arma, y a ella se entregó en diversas acciones, ante la imposibilidad de encerrar al Barcelona en su campo. Abidal, en el 25, sacó de cabeza un centro tras un contragolpe que tenía la cabeza de Van Persie como destino.
Tras el rechace de Abidal, el equipo ‘culé’ respondió con un gol, el que marcó Villa tras romper a la defensa por el centro (1-0), después de que la conexión con Messi volviese a sublimarse con un pase al espacio.
Pero el cuadro catalán quería más y el Arsenal empezó a temerse lo peor. Pedro, de tacón, tuvo el segundo en sus botas, y Messi marcó en el 37, pero el árbitro señaló fuera de juego, cuando el argentino estaba en posición correcta.
Los de Wenger se propusieron que pasasen cosas en el arranque de la segunda parte, en el que volvió a tener minutos vibrantes como en la primera. El Barcelona no encontró el buen tono de minutos anteriores y empezó a sufrir.
A pesar de la insistencia, la mejor jugada en el primer cuarto de hora llegó de parte azulgrana, cuando Pedro se quedó solo ante Szczesny y se fue al suelo tras la acometida de Koscielny.
En medio del agobio local, con disparos desde todas partes, Piqué vio la amarilla en el 58, que le impedirá jugar la vuelta.
Cuando el duelo tocaba a su fin, un pase en profundidad buscando la espalda de éste dejó a Van Persie escorando a la banda, aunque el holandés se sacó un durísimo disparo que descolocó a Valdés y que significó el empate.
El Arsenal, espoleado por el gol, encontró en el contragolpe una nueva acción de peligro que acabó con el balón en los pies de Arshavin, tras un pase de Nasri, y con el tanto del ruso que dio la victoria al equipo inglés.
