En la primera novela, sus artífices vuelcan todo lo que llevan dentro desde que son jóvenes. En las siguientes van adoptando temas más objetivos. Esto es precisamente lo que le ha ocurrido a la segoviana Ana García Herráez (1971). Con 14 años, la escritura era su vía de escape. Ahora también lo es, pero la madurez que ha ido adquiriendo le hace, no solo expresar lo que siente, sino escribir para mantener vivas cosas del pasado.
La música de Wim Mertens pone la banda sonora a la vida de esta “escritora de mapa”, como se autodefine. Sus canciones evocadoras se esconden tras muchas de las escenas de sus obras. De ahí que en ellas reine la fantasía y la ciencia ficción. Pero no solo los acordes son su fuente de inspiración. Durante sus viajes suele nutrirse de historias e imágenes con las que después crea una narración, siempre acompañada de soledad.
“Son lazos que se extienden como tentáculos desde Valencia hasta Segovia”
El destino le alejó de su tierra hace ya dos décadas. Solo de forma física. A pesar de que está acostumbrada a vivir con esa distancia emocional de sus raíces, “son lazos que se extienden como tentáculos desde Valencia hasta Segovia”, afirma con orgullo.
Ahora compagina su gran pasión con la enseñanza de Lengua Inglesa en la Escuela Oficial de Idiomas de Valencia. Durante este tiempo ha logrado publicar dos novelas. Y es que esto es un “logro”. Es consciente de que las dificultades a las que deben de hacer frente para lanzar una obra pueden acabar por desanimar al autor. Sin embargo, ella es una “escritora de verdad”, por lo que sigue adelante.
Hay quienes ven el mundo literario como un negocio, y no solo como un espacio para el arte. La segoviana asegura que “las editoriales son empresas que buscan obtener beneficio y si no lo tienen claro, es complicado que te cojan”.
“Las editoriales son empresas que buscan obtener beneficio y si no lo tienen claro, es complicado que te cojan”
Como era de esperar, el sector literario no ha logrado escapar de los efectos de la pandemia. El hecho de haber pasado más tiempo en casa, lleva a creer que se ha leído más. García tiene claro que “la literatura ha sido un revulsivo para alejar de una realidad que no apetecía vivir”. Esta es su magia, que por suerte te aleja de aquello que quizá no quieres afrontar.
Si tuviera que darle un consejo a quienes sueñan con ver su nombre reflejado en un libro, les diría que “se armen de paciencia”, porque “todo llega en su momento”. El suyo ya llegó en 2019, cuando publicó su primera novela. Ahora espera el lanzamiento de su tercer libro, mientras escribe el cuarto.
