El entrenador de la Gimnástica Segoviana, Manu González, pasa página tras la derrota y eliminación copera ante el Girona (0-2). “Hay que centrarse en el partido de Diocesanos”. Ese es el mantra: toca visitar mañana al cuadro abulense en busca de la décima victoria en diez partidos este curso en Tercera División. “Queremos acabar el año bien, está claro. Venimos de una derrota y lo mejor para reponerse de eso es conseguir una victoria lo antes posible. Por suerte la tenemos frente a nosotros. Vamos a intentar vencer y acabar bien el año”. Tras una noche copera entre los grandes, vuelve lo que de verdad importa: la ruta hacia el ascenso a Segunda División B.
El técnico admite que hay “varias cosas” que anotar tras en encuentro del jueves. “Hasta que no hable con los jugadores no lo voy a decir en rueda de prensa”. Javi Marcos no ve la derrota como una oportunidad perdida. “Nosotros hicimos un gran partido ante un excelente rival que tenía un montón de argumentos y jugadores con mucha trayectoria en Primera y Segunda División. Yo creo que la Segoviana dio la cara. No pudimos sacarlo adelante pero hay que quedarse con las cosas positivas y centrarnos en lo nuestro”.
Un rival superior
El central subraya que “siempre jugando se aprenden cosas” pero no saca demasiadas conclusiones. “No puedes sacar cosas clave de un partido contra un equipo que te saca dos categorías. Cuando veamos el partido podremos sacar de una manera más clara lo que hemos hecho bien, que son muchas cosas, desde mi punto de vista, y lo que tenemos que mejorar”. No cree que la falta de costumbre de verse por detrás en el marcador explique la derrota ante el Girona y esgrime la remontada ante la Arandina. “Este equipo sabe afrontar situaciones, adaptarse, tiene fuerza y quiere seguir. No fue que no supiéramos adaptarnos, es que es un rival de Segunda División y es difícil. Nosotros tuvimos ocasiones, no las metimos, pero no nos ponemos nerviosos cuando vamos detrás de nadie”.
Ataviada de nuevo con el mono de trabajo de la Tercera División, la Segoviana aspira a seguir con su inicio de récord, el mejor de su historia, unos datos que González valora en su justa medida. “Esos datos están muy bien para la prensa, pueden ser muy chulos para el aficionado, pero nosotros lo que queremos es jugar cada domingo, competir, intentar lograr la victoria. No fijarnos en si llevamos siete, ocho, nueve o cuántos nos quedan por alcanzar”.
La Segoviana jugará en un espacio de 72 horas con dos equipos a los que nunca se había enfrentado. “Les conocemos perfectamente, al Girona también. Sabíamos perfectamente lo que nos iban a hacer, que era un equipo que jugaba mucho por fuera. En el caso de Diocesanos también tenemos herramientas para seguir los partidos”. González asistió a la victoria del Diocesanos ante el Mirandés B (2-1). “Conozco el campo, las dimensiones, el entorno. Es verdad que en la categoría debuta contra nosotros, pero nos conocemos todos. La Tercera División al final es muy accesible para todos los entrenadores y no va a ser nada especial”.
“Me siento un privilegiado por jugar”

Javi Marcos, que formó en el partido ante el Girona con Viti en la pareja de centrales –Rui se quedó de inicio en el banquillo–, rechaza cualquier etiqueta de liderazgo. “Yo en este equipo son un jugador más. Lo único que me dedico es a entrenar y a intentar hacerlo lo mejor posible. Que cuando el míster necesite que juegue y yo pueda devolverle la confianza. Yo no me siento líder, solo alguien que quiere aportar su granito de arena y ayudar a sus compañeros a conseguir el objetivo. Nada más”.
El central asistió ayer a rueda de prensa tras realizar el test de antígenos y dar negativo, como el resto de sus compañeros. “Es un poco rollo, digamos, tener que venir todas las semanas a hacerte el test, pero todos vivimos una época en la que hay que adaptarse a todo lo que viene. Si para jugar tenemos que hacernos uno, dos, 20 o 30 test, al fin y al cabo estamos haciendo lo que más nos gusta”.
Pese a todas las dificultades, sonríe al fútbol. “Bajo mi punto de vista, me siento un privilegiado por poder jugar todos los domingos con mis compañeros”. Y ve la botella medio llena. “La parte positiva que tienes es que al fin y al cabo, toquemos madera, nosotros estamos bien y tenemos salud. Ese control está bien. Tanto yo como mis compañeros, estoy seguro, haríamos lo que fuera para poder seguir jugando e intentar subir a Segunda B”.
