El pasado jueves comparecía en el Congreso en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital la ministra Nadia Calviño, (a la que por cierto interpelé), para hablarnos de la difícil situación que está atravesando nuestro país y sobre el acuerdo alcanzado con la Unión Europea para la utilización de 21.300 millones de euros para financiar los costes de los ERTE y de la prestación para autónomos denominado SURE, de los cuales recibirá en varios tramos, siendo el primer tramo a finales de este 2020 y el resto probablemente en 2021.
Pero la realidad es que la factura económica del desempleo continúa creciendo. Y aunque el ritmo se ha desacelerado respecto al segundo trimestre del año, lo cierto es que España ya se ha gastado el dinero que llegará de Europa para financiar la cobertura del paro. En concreto, en los siete primeros meses del año, el SEPE ha reconocido prestaciones por valor de 23.539 millones de euros, es decir, por encima de esos 21.300 millones de euros.
Además la recaudación ha caído en picado, el descalabro económico de las arcas públicas acumula una caída de un 18%, es decir, menos ingresos, más gastos, igual menor tesorería y menor disposición de dinero para pagar.
Ante esta situación el Gobierno está buscando dinero dónde puede y cómo puede y por eso el “acuerdo” del Gobierno con la FEMP para quedarse con el superávit de los Ayuntamientos.
Mientras tanto la economía no acaba de recuperarse, los contagios crecen en agosto un 344% y desgraciadamente la economía depende en gran medida de la marcha de la pandemia, por ello mi preocupación por la lamentable situación de las arcas públicas y mi temor a que este Gobierno social comunista sea capaz de cualquier “ocurrencia”, cualquier imposición para conseguir liquidez.
Y es que, recordemos que el Vicepresidente segundo, el discípulo de Chávez, y defensor de la necrofilia ideológica como el comunismo, en plena pandemia, manifestó en su defensa del artículo 128 de la C.E: “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”, alegando también que: “El patritotismo no es otra cosa que defender lo común”, con lo que todo es posible con este Gobierno de la mentira y la traición.
No hay dinero, y estamos ante una “nave” que se hunde, sin rumbo, sin timonel, sin capitán, abocados a la deriva, al ocaso.
Espero y deseo que no tengamos que sufrir un “corralito” como en Grecia o Argentina, pero cada día estoy más convencido de que la moción de censura es necesaria por responsabilidad y patriotismo, veremos los que están a favor de la ruina y la miseria o del porvenir y la prosperidad.
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(*) Diputado de VOX por Segovia.
