Muchos han sido los sobresaltos y convulsiones que ha tenido el Proyecto del Círculo de las Artes y la Tecnología (y no digamos el CIDE como primer elemento de los que componían lo inicialmente previsto) desde que en el año 2005 el alcalde Arahuetes lo calificara como “una idea ilusionante” al tiempo que dedicaba los primeros 240.000 euros –de los casi diez millones aplicados- para el oportuno estudio de viabilidad. Un proyecto sin duda ambicioso, probablemente insuficientemente madurado y tildado de faraónico aunque, a pesar de todo, en 2011 comenzaría su andadura con el edificio de “emprendedores” (el CIDE) Desde entonces todo han sido sobresaltos, retrasos(de los que no fue menor la quiebra de la empresa Volconsa en el 2011 que ejecutaba las obras) inversiones cuantiosas y cuestionadas por su opacidad. Además de proyectos de ubicación desvanecidos.
Pero donde tuvo Segovia y el CAT su gran oportunidad se focalizaba, en el 2017, con el nombramiento del ingeniero segoviano Fernando de Pablo Martín nombrado por el entonces Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital como nuevo presidente de la Sociedad Estatal para la Gestión de las Innovaciones y las Tecnologías Turísticas (SEGITTUR) poco tiempo después de que el entonces concejal de Desarrollo e Innovación, José Bayón, fuese designado para el estudio , gestión y captación de interesados en el CIDE.
El nombramiento del ingeniero segoviano de Telecomunicaciones Fernando de Pablo Martín para tal cargo era un cauce a tener aquí en cuenta. Un hombre joven, inteligente (a juzgar por su curriculum), miembro del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración del Estado y diversos masters en Dirección de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones o el Executive de Gestión Empresarial por la Escuela de Organización Industrial y Programas de liderazgo para la gestión Pública. En definitiva un valiosísimo profesional aplicado en distintos organismos y empresas con el objetivo de mejorar su eficiencia aplicando soluciones tecnológicas. En definitiva una joya en dos aspectos importantes a aplicar en Segovia: la gestión de la innovación y la tecnología (consecuente con el espíritu del proyectado CIDE y CAT) y el turismo como vocación de Segovia al tiempo. Teniendo en cuenta, además, la filosofía de SEGITTUR una Sociedad Mercantil Estatal para la gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas dependiente del Ministerio de Energía,Turismo y Agenda Digital y la responsable de impulsar la innovación (I+D+I) en el sector turístico español tanto en el sector público (nuevos modelos y canales de promoción, gestión y creación de destinos inteligentes) como en el sector privado (apoyo a emprendedores, nuevos modelos de gestión sostenible y más competitivo, exportación de tecnología española. Atendiendo también al fomento de la internacionalización de nuestras PYMES turísticas, acompañándoles en la apertura de nuevos mercados e impulsando la exportación de sus productos y servicios turísticos. Es decir el instrumento de la Secretaría de Estado de Turismo entonces en el apoyo a los emprendedores del sector. Para ello se habían puesto en marcha varias acciones encaminadas a impulsar el espíritu emprendedor y la creación de nuevas empresas. Un mirlo blanco para la filosofía que inspiró aquel alcalde.
Fue una verdadera pena que la indolencia del Ayuntamiento no aprovechara aquella posible influencia para captar contactos, derivar hacia el CAT empresas de alta cualificación y aplicación de las nuevas tecnologías I+D en nuestro sector turístico. Y, en cambio, seguimos peleando por ese incierto futuro de semejante obra. Luego decimos.
