Estamos ya un poco hartos de escribir y leer sobre el tema de actualidad, el virus, pero lo cierto es que no hay muchos motivos para dirigir “los tiros” en otra dirección, puesto que la cuestión sigue candente y, desgraciadamente, de plena actualidad.
Bien nos gustaría tener delante otros temas locales para comentarlos, pero lo cierto es que no hay apenas “movimiento” en la ciudad, en lo que se refiere a cuestiones municipales, porque se registra todo lo contrario, una notable paralización. Aunque si bien se piensa, obritas que ahora se van a emprender podían haberse iniciado hace tiempo, en cuanto “la autoridad superior” abrió un poco la mano, y no dejarlo todo para última hora…
Una cuestión es indudable, y ya la he mencionado en alguna otra ocasión: Debemos plantearnos todos, TODOS, que las cosas no van a ser iguales, por mucho que pensemos que sí. La vida se nos está empezando a cambiar de forma de ver y vivir, por lo que no podemos hacer mucho caso, creo yo, a esas consignas que a través de los medios nos envía el Gobierno por medio del Ministerio de Sanidad: En una primera campaña, bajo el lema “Este virus lo paramos unidos”, y ahora, una segunda denominada “Salimos más fuertes”. En este último aspecto habría mucho que hablar, porque si con la cuenta de los miles de finados se piensa en que estamos más fuertes…Y parece que se prepara una tercera campaña, que aún no tiene lema, pero sí presupuesto, como las anteriores, porque algunos medios han afirmado que en cada una de las tres campañas se han invertido más de cuatro millones de euros…que la cosa no está mal teniendo en cuenta cómo anda la Tesorería estatal y las perspectivas no muy halagüeñas, a pesar de esa inyección de 140.000 millones que parece va a dar la UE y que ya veremos cómo se distribuye y en qué se utiliza, porque siempre “algunos” saldrán ganando. Y también cómo acabará eso del “ingreso mínimo vital”, pues mucho me temo que terminará, si Dios y “otros” hombres no lo remedian, como la historia de Stalin y la gallina que tan oportunamente refería aquí Juan Antonio Folgado hace una semana: En resumen, Stalin despluma una gallina viva y el dolorido animal le sigue picoteando el trigo que le va tirando el dictador, que dice a sus congéneres: “Así de fácil se gobierna a los estúpidos”…que a pesar del daño que les provoquen sus políticos, les siguen para recibir unas migajas para comer. Pues por ese camino parece que vamos nosotros si somos sometidos a un régimen político tan poco recomendable.
Esto que comento es tema también muy local, porque todos estamos sometidos a estas cuestiones y tratando de vivir en la dirección que nos marque la veleta de los vientos. Porque la otra, la de la torre de San Esteban, tendrá que esperar a que emigren la cigüeña y sus retoños…si es que no quieren aspirar también al “esperanzador” ingreso mínimo vital.
Nuestra ciudad y nuestra provincia tienen muchos problemas en los que pensar, para los que habrá que meditar entre todos, es decir, políticos, sindicalistas, comercio, industria, corporaciones, asociaciones vecinales y cualquier otro agente importante en el desenvolvimiento de la vida segoviana. Ahora no vale empezar a discutir y politiquear, sino a dejar de hablar en vano y dedicarse a unos pensamientos, ideas y esfuerzos conjuntos para tratar de ir adelante lo mejor posible. Porque la industria tiene muchos problemas, el pequeño comercio también, la hostelería en el mismo camino y así, uno tras otro, todos los negocios posibles y todas las entidades oficiales, particulares y de todo tipo que puedan aportar mucho. Las ayudas que ofrece el Gobierno mitigarán algo las necesidades de muchas familias, pero todavía serán más las que tengan que luchar contra las primeras necesidades de subsistencia; y tendrán que seguir trabajando de firme Cáritas (aunque se seguirá odiando a la Iglesia), Cruz Roja, ongs y organizaciones privadas o públicas que se encarguen de auxiliar a las muchas familias en paro o con ingresos mínimos. Y de esto no nos libramos tampoco en Segovia, aunque no se hagan públicos muchos detalles; pero también hay que tener en cuenta a esas familias que, llamadas de siempre “vergonzantes”, tienen necesidad de poner la mano dejando a un lado su humildad y su querer pasar inadvertidos.
De cara al futuro, pues, vamos a tener que adaptarnos a muchas cosas que nos pueden resultar nuevas, pero que van a ser imprescindibles. Y todo ello, durante un tiempo, yo creo más bien largo que corto, habrá que tener por hábito la colocación de la mascarilla, una cuestión que no acaba de convencer todavía a muchos. Lo digo por la cantidad de insensateces que se están cometiendo en contra de las disposiciones vigentes; y es que, en las mismas terrazas de los bares la mayoría de los clientes “se olvidan” de colocárselas, contribuyendo a que volvamos a un repunte, es decir, más claro, volver atrás y “reanimar” la presencia del virus. Y esto no lo queremos ¿Verdad? Pues, ¡hala! A ser obedientes y disciplinados para no tener que seguir lamentándonos. Y menos a imitar a esa otra señora ministra que confiesa que sabía que el virus comenzaba a afectarla el mismo día 8 de Marzo pasado, al que tan convencido ha dado vivas el presidente. Claro que “parece” que la culpa era de otro partido de la oposición y no del suyo.
¡Ah! Y que los jóvenes no son inmunes. Uno de 30 años acaba de superar el virus después de estar ¡70 días! en la UCI. Que sirva de aviso. Porque acaban de decirnos que Segovia lidera el aumento de defunciones.
