El vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, avanzó ayer que dejará de ser ministro del Interior antes de las próximas elecciones generales, porque considera que no es compatible ese cargo con el hecho de ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno.
El político socialista expuso esa intención en la rueda de prensa que ofreció al término de la reunión del Consejo de Ministros y en la que ratificó que el Ejecutivo prevé agotar la legislatura.
Lo que el vicepresidente no desveló es si abandonará todos sus cargos en el Gabinete debido a su condición de candidato. «Es una obviedad. El postulante no puede ser el ministro que organice las elecciones», apostilló.
Abundando en esa idea, señaló irónicamente que agradecía que pudiera aclarar este extremo por si alguien podía pensar que él, como titular del Interior, iba a estar dando los resultados electorales al candidato socialista.
«Se dicen cosas tan raras…», añadió el vicepresidente en la primera ocasión en que ha confirmado que dejará al menos uno de los cargos que desempeña en el Gobierno debido a su condición de cabeza de cartel del PSOE para los próximos comicios generales.
No obstante, no adelantó sus intenciones respecto al momento en que abandonará el cargo.
Rubalcaba no está solo dentro del partido a la hora de defender que los socialistas van a aguantar hasta marzo del próximo año para convocar las elecciones. El secretario de Política Municipal socialista, Antonio Hernando, apostó también ayer por «llevar la legislatura hasta sus últimas consecuencias» en vez de adelantar elecciones, porque sería «irresponsable no culminar reformas fundamentales para España».
Hernando defendió que la responsabilidad del Gobierno es llevar a cabo los cambios económicos ya emprendidos «a los que se comprometió con las instituciones europeas y los ciudadanos». Eso sí, también lamentó que la reforma de la negociación colectiva no haya sido fruto de un acuerdo entre empresarios y sindicatos.
El dirigente del PSOE, que es además portavoz de Interior en el Congreso, se refirió también a la situación del titular de esta cartera, que en menos de un mes, además de ser vicepresidente del Gobierno, será también candidato a la Presidencia del Ejecutivo.
Así, aseguró que será el propio Rubalcaba quien tomará las decisiones «en el momento oportuno» sobre si puede compatibilizar el resto de sus cargos.
Hernando ironizó con que el PP no puede «intensificar más» sus ataques contra el candidato de su partido, porque tiene «una especie de obsesión o fijación» y que, desde que los populares pidieron su dimisión en su primera comparecencia como ministro, no han dejado de atacarle, «en los momentos en que mejor ha ido la lucha contra el terrorismo» y con mejores datos de delincuencia.
