Con gran expectación mediática se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal el juicio contra Fausto Gordo, exalcalde de Muñoveros, por haber efectuado un disparo que dejó inválido a un perro. Los hechos sucedieron el 6 de agosto de 2015, en el municipio de Muñoveros, cuando el acusado disparó con su carabina a ‘Barrio’, mientras paseaba por la calle con su dueña, acertándole en los cuartos traseros, por lo que el perro quedó paralítico.
La acusación particular —por un lado la familia del animal y por otro la protectora ‘El Refugio’— y la Fiscalía llegaban al juicio con la intención de solicitar las penas máximas para el acusado por maltrato animal: un año de cárcel y tres años de inhabilitación para la tenencia de licencia de armas y cualquier trabajo que implique su manejo, así como la caza; y para empleos relacionados con animales así como para poder tener animales en propiedad.
Sin embargo, antes del juicio se reunieron con la abogada del acusado y se alcanzó una declaración de conformidad, ya que Fausto Gordo reconoció los hechos —que disparó a ‘Barrio’ desde la puerta de su casa, cuando este se encontraba a unos 30 metros paseando con su dueña—, asegurando tras la exposición de la jueza “qué remedio”; de modo que las penas se rebajaron a siete meses y medio de cárcel y dos años de inhabilitación, durante los que tampoco podrá realizar el sufragio pasivo y no podrá delinquir, según la sentencia firme dictada ayer por la jueza tras el acto de conformidad, celebrado en audiencia pública en la sala de lo Penal Bis.

Ahora lo que resta por determinar es la responsabilidad civil del acusado, algo que se hará en función de la ejecución de la sentencia, teniendo en cuenta los gastos veterinarios desde que sucedieron los hechos y los daños morales y psicológicos que están sufriendo los dueños del perro.
‘EL REFUGIO’ El presidente de la protectora ‘El Refugio’, personada como acusación particular, Ignacio Paunero, habló con los periodistas antes del juicio, recordando que los hechos sucedieron en agosto, por lo que el pueblo estaba lleno de niños, con el consiguiente peligro que supone que un vecino dispare su escopeta desde la puerta de casa.
Asimismo, apuntó que, según había comentado la familia de ‘Barrio’, el acusado llegó a ofrecer comprarles “un nuevo perro” y justificó el disparo en las molestias que le causaban los ladridos del perro, así como encontrarse con sus deposiciones.
“El hecho de que una persona tenga legalmente armas de fuego en su casa y pueda asomarse a la calle y ponerse a disparar a lo que se le antoje en cualquier momento es terriblemente preocupante”, lamentaba Paunero. “Este hombre tenía licencia de armas y desde los 14 años es cazador. Su actuación fue terrible y lo ha reconocido. Nos parece algo terrorífico que en plena calle alguien saque un arma telescópica y pegue un tiro”, insistió.
“Cualquier maltratador del que nosotros tenemos pruebas y testigos lo sentamos en el juzgado”, concluyó Paunero. La protectora ‘El Refugio’ está inmersa en un centenar de procedimientos penales, civiles y administrativos en diferentes comunidades autónomas.
