La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitará una pena de diez años de prisión para Daniel Fernández Aceña, el yihadista detenido en Segovia en diciembre de 2016 en una operación desarrollada por la Guardia Civil cuando preparaba una acción terrorista en la capital segoviana. La vista oral del juicio que determinará la responsabilidad penal del detenido tendrá lugar en la Audiencia Nacional los días 28 y 29 de mayo.
El Ministerio Público considera probados los delitos de adoctrinamiento terrorista y exaltación o justificación del terrorismo, tipificados en los artículos 577.2 y 578 del Código Penal, por los que solicita una pena de ocho años de prisión en el caso del primero de los delitos citados y dos más por el segundo, así como la inhabilitación absoluta de 14 años para el ejercicio de cualquier profesión, oficio o industria durante el tiempo de la condena.
En el escrito de conclusiones provisionales , la Fiscalía se basa en la investigación realizada por la Jefatura de Información de la Guardia Civil meses antes de la operación policial que derivó en la detención de Fernández Aceña, que a través del análisis de su presencia en redes sociales fue evidenciando el progresivo acercamiento hacia las tesis del yihadismo más radical.
Así, la Guardia Civil constató que en su perfil de la red social Badoo aparecia información pública de más de un centenar de imágenes de muyahidines chechenos y fotos con simbología del grupo terrorista Emirato Islámico del Cáucaso, vinculado a Estado Islámico (ISIS). También en Facebook dejó constancia de su radicalización con la publicación de símbolos y banderas relacionadas con Hamás y Al Qaeda, y una fotografía en la que aparece junto a otra persona con el dedo índice de su mano derecha hacia arriba, símbolo del ‘tawhid’ o la unicidad de Ala para la religión islámica.
La Fiscalía también alude a la radicalidad de Fernández Aceña expresada en sus visitas a la unidad psiquiátrica del Centro de Servicios Sociales ‘La Fuencisla’, donde acudía para seguir un tratamiento psicológico. Así, la investigación policial señala que el yihadista había manifestado su intención de inmolarse en un autobús cuando le proporcionaran explosivos, y en sus conversaciones con trabajadoras de la asociación ‘Amanecer’ de Salud Mental expresó sus ideas radicales, asegurando ante alguna de ellas que “todas las mujeres sois infieles, pecadoras y os habéis ganado el infierno”. También llegó a mostrar fotografías y videos de fosas comunes y decapitaciones.
En otra ocasión, entregó a otra de las trabajadoras una bolsa con dos balas del calibre 22 asegurando que era un “regalo especial” por ser una mujer “infiel y peligrosa”, indicándola que si se hacía musulmana ganaría el Paraiso, y precisó que él “era hombre de un solo disparo”.
Tras la detención de Fernández Aceña el 13 de diciembre, en el registro de su vivienda ubicada en el barrio de Santa Eulalia, la Guardia Civil encontró un buen número de dispositivos informáticos y móviles con abundante documentación de corte radical. Así, en un pendrive de 8 gigas de capacidad se encontraron un total de 158.710 archivos con documentos de grupso terroristas como ISIS, Al Qaeda, la Yihad Islámica Palestina, Hamas o las Brigadas Ezzeldin Al Qassam entre otros.
También se encontró en un disco duro un documento en el que Fernández Aceña significa su adhesión al Califato Universal, en el que en uno de sus párrafos asegura que “no queremos negociar, queremos que el Califato Universal se instaure en toda la faz de la tierra y queremos a los infieles convertidos o muertos”. Del mismo modo, fue encontrado en otro dispositivo un documento titulado ‘Curso fabricación explosivo’, que en el informe pericial de la Guardia Civil se precisa que la información contenida “es suficiente para que una persona aún careciendo de amplios conocimientos en la materia, pudiera llegar a elaborar varios tipos de artefactos improvisados”.
