La Comisión Europea anunció ayer una partida de 12,7 millones del Fondo para la Integración, la Migración y el Asilo (AMIF por sus siglas en inglés) para apoyar el establecimiento de centros de acogida en la Grecia continental con al menos 8.000 nuevas plazas.
En concreto, estos fondos financiarán la compra y la instalación de casas prefabricadas portátiles que ofrecerán acomodación temporal para ciudadanos de terceros países en las regiones de Attica y Macedonia Central. Dicho montante complementará la financiación recogida bajo el programa nacional de Grecia del AMIF.
El comisario de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos, aseguró que la cifra “es un nuevo símbolo de la solidaridad de la UE y un fuerte apoyo a Grecia en sus esfuerzos para gestionar los flujos migratorios sin precedentes en el país”. “Ayudará a Grecia a alcanzar el objetivo de incrementar su capacidad de recepción hasta 50.000 plazas”, agregó.
En rueda de prensa, el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, subrayó que la respuesta europea a la crisis de refugiados “será con Grecia y no contra Grecia”, al tiempo que resaltó que se está registrando “progreso sustancial” en el país heleno, según los informes de Bruselas, y se mostró por tanto confiado en que el “impulso” continúe.
Por otro lado, la Comisión Europea aprobó un programa adicional de 10 millones para ayudar a la Antigua República Yugoslava de Macedonia para mejorar sus sistemas de gestión de fronteras en el contexto de la crisis de refugiados.
El comisario de Ampliación y Política de Vecindad Europea, Johannes Hahn, destacó que la crisis “ha supuesto una presión particularmente alta para los países a lo largo de la ruta y Europa debe permanecer unida para enfrentarse a esta situación”.
“Esta financiación ayudará a las autoridades de Macedonia a mejorar la gestión de la frontera y la migración y a apoyar los costes relacionados con los agentes enviados por los Estados miembro y Serbia a la frontera sur del país”, manifestó.
En cualquier caso, la portavoz comunitaria Tove Ernst remarcó que esta partida “no supondrá una ayuda con la que financiar la construcción de ningún muro” y reivindicó que “el trabajo de la Comisión se centra en gestionar las fronteras y no en cerrarlas”.
“Haremos todo lo que podamos para ayudar a los Estados miembro y a otros países involucrados para enfrentarse a este movimiento de población sin precedentes”, insistió Schinas.