Mariano Rajoy lo tiene muy claro: «Vamos por el camino correcto», por lo que está convencido de que «España está acelerando en la vuelta al crecimiento». En dos años y medio, explicó ayer el presidente del Gobierno, se ha conseguido «cambiar la tendencia» y «empiezan a cumplirse los objetivos», lo que se ha logrado sin recurrir a vías «traumáticas», como hubieran sido salir del euro o pedir un rescate. «Ahora nadie cuestiona el cambio de tendencia, ahora el objetivo es mejorar los ritmos», afirmó. Según el político, «todas las reformas que hemos puesto en marcha durante estos años, desde la reforma laboral a la reestructuración del sistema financiero, desde la Ley de Estabilidad Presupuestaria a la reforma eléctrica o el factor de sostenibilidad de las pensiones, están dando en la actualidad sus primeros resultados».
En su intervención en unas jornadas organizadas en Madrid por la revista británica The Economist aseguró que la última prueba del «giro de 180 grados» que ha dado España son los datos del paro y afiliación a la Seguridad Social del mes de mayo, que muestran «un cambio de ciclo en el mercado de trabajo». En este sentido, aseguró que «se ha producido la mayor reducción de desempleados en la serie histórica y también, el mayor crecimiento en la afiliación a la Seguridad Social, si exceptuamos 2005, cuando se produjo una regularización extraordinaria de personas en situación irregular».
Además, destacó que la creación de empleo se produce «con tasas de crecimiento muy inferiores a las que se necesitaban en el pasado», aunque admitió también que «no es suficiente» y que para solucionar el problema del desempleo «tenemos que crecer con más intensidad, más velocidad y mayor capacidad de generar puestos de trabajo».
El jefe del Ejecutivo anunció, además, que este viernes el Consejo de Ministros aprobará el Plan de Medidas para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia con 6.300 millones de euros con dos objetivos: impulsar las inversiones a largo plazo en «sectores clave» y eliminar barreras y rigideces que obstaculizan la iniciativa económica y la expansión de las empresas. Este Plan se hará, según Rajoy, «sin implicar un aumento de gasto» por lo que es «perfectamente compatible» con el objetivo de reducción del déficit. Los 6.000 millones, explicó, se financiarán con fondos europeos, créditos del Banco Europeo de Inversiones y la aportación del sector privado. El único aumento del gasto que contemplará este conjunto de medidas, adelantó el mandatario, será el de la prórroga Plan PIVE que solo supondría unos 30 o 40 millones, lo que considera «una cantidad ciertamente menor».
El presidente del Gobierno anunció también que «este mismo mes», en el Consejo de Ministros del día 13 o, a más tardar, en el del 20, se aprobará la reforma fiscal que ya en el año 2015 conllevará una rebaja «sustancial tanto en el impuesto de la Renta como en Sociedades».
Rajoy especificó cuales van a ser las «líneas generales» que pasan por bajar el IRPF, y simplificar sus tramos, reducir el impuesto de sociedades del 30 al 25 por ciento y «no subir el IVA». Según aseveró el presidente esta rebaja de tasas se va a compensar con un aumento de la recaudación a través de una mayor actividad económica y el aumento de cotizantes a la seguridad social. Eso, señaló, «será suficiente para conseguir los ingresos que nos permitan mantener nuestro compromiso en materia de déficit público».
La reforma fiscal estará basada, apuntó el líder del Ejecutivo, en los principios de «equidad y eficiencia» y se hará con los objetivos de aumentar la renta de las familias, estimular el ahorro y mejorar la competitividad del conjunto de la economía».
