Cuatro de cada diez castellanos y leoneses tienen una renta media-baja (31,4 por ciento), cifra que se eleva hasta el 40 por ciento si se suman las bajas (9,5 por ciento), mientras que el 39,4 dispone de una renta media alta y un 19,7 por ciento, alta. Así lo constata el Atlas de Distribución de Renta de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística, que refiere que la renta neta media por persona ascendió en 2023 a 15.102 euros, un 6,7 por ciento más que el año anterior.
Por provincias, Burgos y Soria cuentan con rentas que se encuentran entre las más altas del país, con 15.988 y 15.626 euros de media por persona, respectivamente. A continuación se encuentra Valladolid, con 15.590 euros, Palencia (15.147 euros) y León (15.110). Después Segovia (14.949 euros), Salamanca (14.583), Zamora (13.897) y Ávila (13.602 euros).
Si el análisis se ciñe en base a la renta neta media por hogar, asciende a 34.252 en Castilla y León, un 5,9 por ciento más. En este sentido, encabeza, con 36.785 euros, Valladolid, seguida de los 36.605 de Burgos; 35.904 euros en Soria; 35.688 en Segovia; 34.037 euros en Palencia; 33.378 en León; 32.411 en Salamanca; 32.252 euros en Ávila y 29.891 en Zamora.
Fuentes de ingresos
El 55,9 por ciento de los ingresos de los hogares castellanos y leoneses proceden de los salarios, frente al 60,6 por ciento de media nacional. El 26,5 por ciento llegan de las pensiones en la Comunidad, seis puntos más que la media española, debido al alto envejecimiento. Además, un 1,5 por ciento tiene ingresos por prestaciones por desempleo, porcentaje que llega al dos por ciento en España.
