¡Qué lejos queda el 29-S! ¿Quién se acuerda de Tomás Gómez o las encuestas? Estos pensamientos se podían advertir ayer en el ambiente del último Comité Federal del PSOE, donde el renacido -a los ojos del ex presidente Felipe González- José Luis Rodríguez Zapatero se permitió mostrar su euforia por el cambio de rumbo de su equipo: «Solo hay que ver las caras del PP para comprobar que he acertado con los cambios introducidos en el Ejecutivo». Además, reconoció que existía «una cierta demanda» para que se llevaran a cabo.
Como era de esperar, el secretario general del PSOE también tuvo un recuerdo especial para los ministros salientes. Sus principales elogios se dirigieron a Fernández de la Vega, de quien resaltó su capacidad de trabajo, y a Miguel Ángel Moratinos -le llamó Curro-, por sus esfuerzos «por salvar vidas, evitar conflictos y dignificar la tarea pública». De hecho, sobre las lágrimas de éste al dejar su puesto hizo su particular interpretación: «En el mundo de la igualdad, los hombres también lloran».
Asimismo, los integrantes de la cúpula socialista arroparon al dirigente progresista, quien garantizó el mantenimiento de las políticas que han sido su seña de identidad y, en esa línea, anunció la creación de una nueva agenda social para evitar que las reformas económicas generen más desigualdades.
Con un talante mitinero de precampaña electoral, el político leonés cargó con ironía contra el presidente del PP, Mariano Rajoy: «Se ha puesto de perfil -ante la crisis- porque no lo tiene de líder político». «Le hemos pillado por sorpresa, lo cual no es ninguna sorpresa», añadió el jefe del Ejecutivo, al tiempo que vaticinó que éste seguirá en la oposición cuatro años más, «que para eso es un especialista». Eso sí, no comentó si se presentaría a la reelección o no, extremo que le pidió el díscolo secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, que consideró que «tiene que ser ya». La respuesta del político leonés en su primer encuentro con el ex alcalde de Parla tras las polémicas primarias fue sumamente esclarecedora: ninguna.
Independientemente de ese pequeño detalle, Zapatero abanderó el optimismo ante el futuro electoral socialista, y lanzó un mensaje de fuerza llamando al trabajo: «Todo va a depender de nosotros». Además, expuso su deseo de que la sociedad comparta la necesidad de las reformas, y sienta que éstas son imprescindibles y van en la dirección adecuada. Si la sociedad las hace suyas, «serán más sólidas y producirán efectos cuanto antes».
‘Tropa’
Las sonrisas se iban sucediendo en la cúpula del PSOE, y su líder recibió elogios de toda su tropa -como la denominó el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, a los dirigentes socialistas- y solo escuchó algún reproche puntual. El propio Vara se quejó de que le habría gustado conocer el nombramiento de Marcelino Iglesias como secretario de Organización del PSOE en los órganos del partido y no por los medios de comunicación.
Éste, en su primera intervención como número tres socialista, constató que el último Comité Federal es el de la remontada, y añadió que Zapatero «está más fuerte que nunca», por lo que prometió, a petición del secretario general, «subir de revoluciones el funcionamiento» de Ferraz.
Otra de las voces críticas antes de la remodelación, el presidente manchego José María Barreda, pidió la convocatoria del Consejo Territorial -que él preside-, y subrayó que ha habido que hacer un cambio de rumbo para cruzar bien, porque -puntualizó- «cruzábamos mal». En este sentido, midió mejor sus palabras que hace varias semanas.
Quienes se creen que pueden ser los primeros beneficiados de este nuevo sentimiento de optimismo son los socialistas catalanes, que se presentan al examen de las urnas en noviembre, y que, por boca del diputado Daniel Fernández, pidieron que los nuevos y los antiguos ministros acudan a la campaña autonómica.
Zapatero escuchó también palabras de ánimo de otros barones como Patxi López, para quien se acabó «la incertidumbre», o José Antonio Griñán, que opinó que «se ha recuperado la tranquilidad».
Finalmente, se aprobaron los nombres de los cabezas de lista para 12 regiones que celebran elecciones en mayo, y para 113 capitales de provincia y ciudades de más de 50.000 habitantes, salvo Cataluña.
