Quizás porque las elecciones catalanas más decisivas de la democracia reciente se atisban en el horizonte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer su satisfacción por el fallo del Constitucional sobre el Estatut, que «garantiza» el máximo autogobierno de Cataluña, y se mostró dispuesto a adoptar iniciativas que permitan reforzar el desarrollo de la norma.
Tras un encuentro con el ex primer ministro británico y enviado especial del Cuarteto para Oriente Próximo, Tony Blair, el jefe del Ejecutivo indicó que recibirá al president Montilla para analizar la sentencia y, «en su caso, si hubiera que tomar alguna iniciativa para reforzar el esfuerzo de desarrollo del Estatuto que hemos hecho».
Asimismo, el socialista aprovechó para pedir a los líderes políticos catalanes que sean prudentes y que se tomen el tiempo necesario para leer la sentencia, que invita a «la tranquilidad».
A su juicio, el fallo permite «el máximo autogobierno que Cataluña ha tenido en su historia dentro de la España constitucional», ya que viene a garantizar más del 90 por ciento del contenido del Estatut. Además, el dictamen demuestra «que no había, como algunos decían, ningún riesgo para la unidad de España» y representa «un reconocimiento del autogobierno dentro del marco constitucional, un alto autogobierno», lo que consideró «muy importante».
Zapatero tuvo tiempo incluso para ejercer de adivino: «Cuando se serenen las aguas, pasen los días y se lea la sentencia, se verá que es el fin de todo un proceso de ampliación de la descentralización política y de reconocimiento de más identidad de Cataluña dentro de la España constitucional y democrática».
Por otra parte, recordó que cuando se puso en marcha el Estatut se dudó que se pudiera aprobar; cuando salió, «a algunos en Cataluña no les gustó, y hoy parece que allí todo el mundo lo defiende», lo mismo que ocurrió con la financiación autonómica, que primero se dijo que sería «insolidaria o insuficiente» para Cataluña y finalmente hubo acuerdo.
En definitiva, para Rodríguez Zapatero, se ha demostrado que la España constitucional es «fuerte e integradora» y así lo ha interpretado el TC. «Conseguido el objetivo», apostilló.
Andalucía
Muchos analistas miran de reojo a Andalucía, que también aspira a tener su particular Estatut. En este sentido, su presidente, José Antonio Griñán, subrayó que la sentencia del TC no modifica «ni en un centímetro» las previsiones de desarrollo que se marcan en la comunidad, por lo que la programación sigue «exactamente» como hasta ahora.
Una de las voces autorizadas para opinar es la del presidente de la comisión constitucional del Congreso y ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, que señaló que la polémica sentencia es «lo mejor» para España, y pidió no hablar de «vencedores y vencidos». Asimismo, opinó que el recurso del PP fue «un error» ante la «diferencia brutal» entre el texto «que llegó de Cataluña y el que salió del Congreso».
Como era de esperar, en la región continúa el malestar, por lo que CiU e ICV-EUiA no descartaron llevar el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo. ERC considera que el camino solo lo puede marcar Cataluña, por lo que el líder de la formación, Joan Puigcercós, pidió a Montilla y a Mas que «no engañen a la gente» sobre las posibilidades de «recuperar» los contenidos recortados negociando con el Gobierno.
A título anecdótico, un concejal del PP en Cervera (Lérida) votó una resolución de rechazo al TC.
