Es imposible contentar a todos. Mientras el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trataba en Tokio de convencer a los inversores nipones con la reforma laboral que está llevando a cabo en España, al tiempo que tendía la mano a los sindicatos para seguir dialogando «al día siguiente de la huelga», el secretario general de UGT, Cándido Méndez, exigió desde Madrid que rectifique su política económica. Desde CCOO se calificó de «locura» esta política.
El líder sindicalista, que aprovechó también para denunciar que la inminente Ley de Cajas dejará sin servicios financieros al 20% de la población, afirmó que no tendrá «nada de lo que negociar» después de que el país se paralice.
Para Méndez, después del 29-S «tiene que haber una rectificación de la política del Gobierno, porque así no se puede combatir la crisis». En su opinión, Zapatero «debería llegar a una conclusión», y es que, «se ha desplomado su valoración política», mientras que Mariano Rajoy «no sale del agujero».
Asimismo, el líder de UGT subrayó que los sindicatos hoy son los únicos que defienden los «mismos argumentos y razones» que todas las instituciones democráticas y los medios de comunicación defendían hace año y medio.
Por otra parte, la secretaria de Afiliación de CCOO, Carmen Chacón, manifestó que temen que el Gobierno «empeore» la reforma laboral, al tiempo que calificó de «locuras» las medidas económicas.