En una época tan atípica como es la que estamos viviendo, os propongo cerrar los ojos por un momento y trasladarnos a El Espinar, en este caso, en torno a la Iglesia de San Eutropio y descubrir una escultura entrañable, la de la Virgen de la Fuencisla.
Fue en Septiembre del año 1960, cuando realizando las obras entorno a la Iglesia, el Ayuntamiento se planteó la posibilidad de construir una hornacina para poner una imagen religiosa, o por el contrario colocar en ese lugar una puerta, pero condenada. Conversaciones entre Iglesia y Ayuntamiento, determinaron aprobar la construcción de la hornacina y una zona verde en la parte noroeste de la torre de la Iglesia. La talla sería de Nuestra Señora de la Fuencisla, vestida y por la dureza del clima, tenía que ser de piedra.
Con esta idea, se realizaron los pliegos de condiciones para adquirir mediante concurso una imagen de la Virgen que sería de piedra caliza o granítica, protegida por una reja de hierro. La imagen se decidió que llevara grabado en el pecho el Acueducto, para simbolizar que llevaba a Segovia en el corazón y llevaría abajo, como bordado en el delantal, el escudo de la Villa de El Espinar.
Al final, se adjudicó la obra al escultor D. Florentino Trapero por 81.825 pesetas. Fue realizada en dos bloques, por un lado la imagen y por otro lado la basa, todo de mármol. El 11 de Mayo de 1962 se colocó en el lugar en el que se encuentra actualmente.