El jardín de La Finca de Duque, en Sotosalbos, era un lugar excelente para el cóctel de la fiesta de graduación de la VII Promoción de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad de Valladolid (campus ‘María Zambrano’ de Segovia). Pero la lluvia no se lo quiso perder el pasado sábado por la tarde y ocasionó algún que otro trastorno a la organización, a cargo exclusivamente de los universitarios.
Al lugar llegaron casi novecientas personas, los 167 estudiantes de la VII Promoción, sus familias, amigos, compañeros, profesores e invitados. El acto académico, celebrado en una gran sala cerrada, brilló y no estuvo exento de momentos de emoción, risas, aplausos y hasta abucheos.
El nuevo decano, Agustín García Matilla, quiso hacer promoción en su discurso de los dos Máster que oferta la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación, y algunos alumnos no se lo tomaron bien e hicieron notar su desacuerdo.
La cosa no pasó a mayores y los graduados recibieron su banda, diploma universitario y, por primera vez este año, un diploma del Ayuntamiento de Segovia, en reconocimiento a su contribución a la vida social y cultural de la ciudad en la que han residido y estudiado durante los últimos cinco años. El mismo decano recordó que en el campus segoviano de la UVa hay estudiantes procedentes de quince comunidades autónomas.
Si el transporte funcionó a la perfección, con seis autobuses para dar servicio a los asistentes, que desde las once de la noche trasladaron a Segovia a quienes fueron abandonando la fiesta, no parece que el cóctel transcurriera como estaba previsto, en gran parte porque la lluvia obligó a celebrarlo en el interior de las instalaciones.
El cambio de planes ocasionó algunas molestias y, sobre todo al principio, esperas prolongadas para disfrutar de vino, cerveza y sangría. Hay que tener en cuenta que había casi un millar de asistentes y la barra estaba situada en un lugar diferente.
Poco a poco los invitados fueron marchándose a sus alojamientos pero muchos de los estudiantes de la VII Promoción se resistieron a acabar con su momento, ese día que añorarán en el futuro, como rezaba el discurso que elaboraron los propios universitarios para la ocasión: “Cinco años para darnos cuenta de que hoy, y ahora mismo, hemos llegado al final de esta etapa llena de recuerdos. Si de verdad estás vivo, mirarás al cielo y sonreirás por los buenos momentos”.
