El Naturpellet Segovia no se merecía este final de temporada tan gris como el que en la tarde de ayer vivió en el Pedro Delgado. Cierto es que con la grada llena de aficionados (por el Día de la Provincia), que aplaudieron la permanencia del equipo, pero también con una cierta sensación de que la temporada se había terminado hacía casi un mes, cuando derrotó al Catgas y matemáticamente se aseguró un año más en Primera.
Las tres semanas que transcurrieron desde esa victoria hasta el final de la campaña han sido de las peores en la historia del joven club, que deportivamente encajó tres derrotas por goleada ante Osasuna, O Parrulo y la de ayer frente a ElPozo (recibiendo nada menos que 25 goles en tres partidos), y en el apartado económico de nuevo los retrasos en los pagos enrarecieron el ambiente hasta el punto de que un amago de ‘plante’ en la semana previa al partido en Ferrol llegó a sobrevolar por algún entrenamiento. Sin duda, no es la mejor manera de iniciar una campaña de abonados que, pese a todo, ha encontrado respuesta en la afición.
Y esa quizá sea la mejor noticia para un Naturpellet que, si quiere ser competitivo la próxima temporada, necesita de un músculo económico que la ciudad no le puede (o no le quiere) dar, como ha quedado demostrado en numerosas ocasiones. Un patrocinador convencido, pero humilde en comparación con lo que se estila en el fútbol sala, unos sponsors pequeños, y la ayuda de la afición no llegan para cubrir los gastos de un club que debe replantearse su futuro si continúa recibiendo sonrisas, y nada más, cada vez que llama a la puerta de los que sí tienen recursos suficientes para emplear en otros deportes. La realidad es la que es, por mucho que se la quiera pintar de otra manera.
EL PARTIDO
Dicho lo cual, el encuentro que ayer se disputó en el Pedro Delgado fue el epílogo triste de una grandísima temporada, porque el mérito de haber logrado la permanencia en la Primera después de todo lo que le ha pasado al Naturpellet es enorme. El ‘problema’ fue que el equipo segoviano tuvo que lidiar en esta última jornada de Liga ante un oponente que aspiraba a la segunda plaza, y que en cuando aprovechó la primera oportunidad para marcar, tras una entrada a la pista algo ‘flojucha’, elevó su nivel competitivo hasta dejar a los locales muy por debajo.
Sería tan injusto como cruel cargar las tintas contra unos jugadores locales que querían, pero no podían, frente a unos oponentes físicamente por encima, y que castigaban cada error con enorme calidad en la finalización. Así, desde que Miguelín pusiera en la escuadra el balón en el lanzamiento de una falta, el choque se desniveló en favor de ElPozo, en el que Fabio se bastó para frenar los ataques locales. El 0-4 con el que se llegó al descanso no fue más que el reflejo de lo que sucedió sobre la pista, porque el equipo visitante puso la intensidad (cometiendo seis faltas ), el ataque (lanzando en más de quince ocasiones sobre la portería de Alberto) y la defensa (con el Naturpellet sin chutar con peligro más que en un doble penalti de Javi Alonso, y en un remate al palo de Sergio tras una acción a balón parado).
ORGULLO FRENTE A CALIDAD
La reacción de orgullo del equipo de casa tras el descanso fue tan esperada como efímera, porque después de una salida del balón muy buena del Naturpellet, que dejó solo a Buitre para que éste definiera con calidad ante Fabio, llegó la violenta reacción murciana, con Pito haciendo rápidamente el 1-5, y Miguelín marcando de penalti el 2-6 casi inmediatamente después de que Buitre anotara el golazo de la tarde con un fuerte chut tras recibir de Javi Alonso en el saque de una falta.
ElPozo siguió y siguió, cambiando Duda de cuatro en cuatro para dejar al Naturpellet ‘muerto’ con el alto ritmo que imponía en sus acciones. Diego Gacimartín quiso meter al portero-jugador para dormir el encuentro, y que el daño no fuera mayor del 2-7 que marcó Fernando culminando un contragolpe, pero en la primera oportunidad, Drasler robó el balón y marcó desde su casa, y poco más tarde Xuxa culminaba una contra colocando un casi sonrojante 2-9 en el electrónico.
El equipo no pudo soportar el nivel competitivo de ElPozo, pero intentó maquillar el marcador hasta el final
En ese momento, minuto 31 de partido, Duda decidió que no quería más. El mismo técnico que desde el año 1991 ha sido uno de los rivales más enconados del extinto Caja Segovia, el mismo que no dudaba en lanzar a su equipo al ataque si podía ganar a su rival segoviano por diez goles de diferencia, optó por no hacer más sangre del Naturpellet, y meter a su equipo en diez metros, permitiendo que el equipo de casa tuviera la posesión durante más tiempo, aunque sin generar demasiadas oportunidades hasta los minutos finales, en los que Sergio hizo el 3-9, y se marcó un ‘costa a costa’ para hacer el cuarto tanto segoviano a pocos segundos para el final.
Sobró alguna tontería de Drasler (al que Carlos casi saca de la pista a empujones por querer recrearse a portería vacía) y un ‘vacile’ de Álex Yepes en el preludio del 4-9, pero la realidad es que el Naturpellet pudo maquillar el resultado, y recibir la felicitación de los espectadores. La campaña concluyó por fin para un equipo necesitado de descanso, y de un club que también necesita un tiempo para saber lo que quiere hacer la próxima temporada. Equipo hay, futuro también tras el nuevo título logrado por el conjunto juvenil, pero hace falta tener claro si existe el apoyo económico suficiente.
