La historia de nunca acabar. Eso es lo que debían pensar el estadounidense John Isner y el francés Nicolas Mahut ayer, ya que protagonizaron en Wimbledon el partido más largo de la historia en un torneo de Gran Slam. Los dos tenistas terminaron empatados 59-59 en el quinto set en un partido que había sido interrumpido el martes tras dos sets (4-6, 6-3, 7-6, 6-7) por falta de luz. Nuevamente, la excesa prolongación del juego obligó a pararlo y remitir a los deportistas a hoy para finalizar su choque.
En otro encuentro, y con más sufrimiento del esperado, el suizo Roger Federer consiguió el pase a la tercera ronda tras imponerse al serbio Ilia Bozoljac por 6-3, 6-7 (4), 6-4 y 7-6 (5).
Federer, primer favorito de la competición, se clasificó así para dieciseisavos con más dureza de la previsible, ya que, además de perder un set, venció el segundo y el cuarto en el ‘tie break’.
Por otra parte, el español Feliciano López, vigésimo segundo favorito, se metió ayer en la tercera ronda tras eliminar al lituano Ricardas Berankis, 156 en el ránking de la ATP, por 7-5, 4-6, 6-3 y 6-4, en 2 horas y 27 minutos.
Además, Albert Montañés se medirá a Novak Djokovic tras imponerse al estadounidense Brendan Evans.