El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, debatirá hoy con los consejeros del ramo el borrador del real decreto por el que se establecen las características de las nuevas evaluaciones finales de Primaria, ESO y Bachillerato que, en el caso de estas dos últimas, constarán de un test de hasta 350 preguntas, que será necesario aprobar para obtener el título. El de Bachillerato sustituye a la actual Selectividad.
La Conferencia Sectorial de Educación también tendrá sobre la mesa el borrador del Real Decreto por el que se establecen los umbrales de renta y las cuantías de las becas o ayudas al estudiara el curso 2016. En este caso, el Ministerio de Educación no plantea nada nuevo respecto al año pasado porque, según fuentes de este departamento, con este sistema “hay más becarios y su rendimiento académico es mayor”.
Respecto al texto que regula las evaluaciones, algunos responsables autonómicos en materia de Educación indicaron que prefieren esperar a la reunión con Wert para hacer pública su postura al respecto. Otros, como el consejero de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, cierra filas en torno a la propuesta del Ministerio y dice que las también llamadas ‘reválidas’, “servirán para orientar de la mejor manera posible a los alumnos”.
Marín avanzó el pasado viernes que “hay mucho consenso entre autonomías del mismo signo” y “poco” en el resto. “Queremos que se quite la ideología de la educación, que se acabe con un sistema educativo que camine a ciegas y que no ofrezca las mejores oportunidades a los alumnos”. No obstante, indicó que espera que el decreto salga adelante “con el mayor consenso posible”.
Instrumento eficaz
En la misma línea, fuentes de la Conselleria de Educación de la Comunidad Valenciana señalaron que las evaluaciones externas “son instrumentos de eficacia demostrada en la mejora del sistema educativo”, permiten “avanzar en la transparencia” y ofrecen información a toda la comunidad educativa, “aspecto imprescindible para la puesta en marcha de planes de mejora de la educación”.
Desde el departamento advierten de que “lo que no se evalúa se devalúa” y que el objetivo del decreto es “hacer las cosas bien” para que las pruebas cuenten “con todas las garantías”. “Esperamos que las evaluaciones vengan para quedarse”, aseveran.
Las evaluaciones finales de cuarto de ESO y segundo de Bachillerato de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), constarán de un examen tipo test de 350 preguntas como máximo, que los alumnos deberán aprobar para obtener el título. Las preguntas serán en formato de elección múltiple con cuatro alternativas y respuestas semiconstruidas. Para evaluar la expresión se utilizará también el formato denominado de ‘respuesta abierta’.
