Los rumores se han hecho realidad y ya hay confirmación de que la mítica Warner Bros Discovery está en venta, lo que ha supuesto una verdadera revolución en el mundo del entretenimiento ya que plataformas como Netflix, Paramount y Comcast se encuentran pujando por quién será el nuevo dueño del contenido que en ella se ofrecía, algo no visto desde que Disney compró la Fox.
En estos momentos, y aunque el proceso sigue siendo discreto, la venta de Warner Bros Discovery ya se encuentra en fase avanzada y el plazo de presentación de ofertas ha finalizado. Paramount-Skydance fue la primera en mover ficha, pero pronto le siguieron Netflix y Comcast, cada una con intereses muy distintos y con consecuencias también muy diferentes. La pregunta ya no es si se venderá Warner Bros Discovery, sino quién será capaz de quedarse con un grupo tan enorme, con marcas tan poderosas y, sobre todo, con el visto bueno de los reguladores norteamericanos.
Por qué todas quieren a Warner Bros Discovery
Para entender el enorme interés alrededor de Warner Bros Discovery, basta con pensar en su catálogo, y es que estamos hablando de marcas tan conocidas como HBO, Warner Bros Pictures, Max, Discovery, DC, CNN… un universo mediático con décadas de contenido, prestigio televisivo y algunos de los activos más codiciados del entretenimiento. Para Netflix, por ejemplo, hacerse con Warner Bros Discovery supondría dar un salto gigantesco fuera de lo puramente digital, ya que podría estar asegurándose su primera gran productora de cine y televisión y reforzando un catálogo que, aunque enorme, aún carece del prestigio que aportan las marcas históricas de Hollywood.
Paramount-Skydance, por su parte, vería en la compra de Warner Bros Discovery la oportunidad de crear una especie de “mini-Disney”, concentrando bajo el mismo paraguas dos estudios de cine completos, con sagas tan importantes como Top Gun, Misión Imposible, Star Trek, Harry Potter, DC o El señor de los anillos. El problema es que un movimiento de este calibre podría considerarse demasiado dominante en términos de distribución cinematográfica, algo que ya está suscitando inquietudes dentro del propio Gobierno estadounidense.
Comcast tiene una posición más equilibrada, ya que aunque arrastra una deuda elevada, también podría ofrecer a David Zaslav (actual CEO de Warner Bros Discovery) un rol ejecutivo dentro de NBC Universal, algo que podría inclinar la balanza. Además, aunque el movimiento sería enorme, no generaría tanta concentración en cine como la propuesta de Paramount.
Las dudas políticas y el increíble peso de los reguladores
La compra de Warner Bros Discovery no es solo una cuestión económica, sino también política. Y es que en Estados Unidos, cualquier operación de este tamaño necesita luz verde federal, y no está claro que cualquiera de las tres grandes candidatas la consiga.
Uno de los nombres clave en esta conversación es Darrell Issa, legislador republicano que ha mostrado públicamente su preocupación ante una posible integración entre Netflix y Warner Bros Discovery, ya que una unión con HBO Max podría llevar al gigante rojo a superar holgadamente el 30% del mercado del streaming, una cifra “problemática”, según él. Esta sería la primera vez que Netflix entraría en un negocio donde poseería un poder directamente comparable al de un gran estudio tradicional, algo que los reguladores podrían intentar frenar.
Sin embargo, Bloomberg confirma que Netflix está dispuesta a hacer concesiones importantes, como mantener el estreno en salas de las producciones de WBD, lo que demuestra lo mucho que la compañía está dispuesta a flexibilizar su modelo habitual para quedarse con el botín.
Por eso, todo el sector mira hacia la Casa Blanca. Y es que la compra de Warner Bros Discovery no solo será un movimiento empresarial, sino que podríamos estar hablando de algo que redefinirá el entretenimiento mundial durante las próximas décadas pero, como siempre, la última palabra no la tendrán ni los inversores ni los ejecutivos, sino los reguladores federales.
