¡Vuelven!

Es el comentario de la calle. ‘Que sí, que algunos de los jugadores del Caja –a todos sería casi un imposible reunirlos-, regresan a la cancha del Pedro Delgado’. Lugar donde ofrecieron a los aficionados –miles en cada partido-, las mayores gestas deportivas que el fútbol sala ha ofrecido en España. Este deporte no se entendería en España si en el recuerdo no apareciera la imagen de aquel grupo de jugadores y otros (Riquer, Daniel, Elías, Amado, Luis, Félix Aranda (E), Carlos, el doctor Ibáñez…),que levantaron (crearon) una afición que les seguía emocionada disfrutando de sus hazañas, sus resultados, su juego, su contagiosa ilusión.
Aquello que comenzó con un grupo de amigos en La Cocina, que siguieron con el Caja Segovia, acompañante necesario en cuantas iniciativas y gestas aparecían en la sociedad segoviana, hilvanó un recorrido de grandes éxitos, que si bien tuvieron sus inicios en el pabellón del Colegio Marista (¡que mañanas más extraordinarias de deporte/ilusión nos dieron!), continuaron en el ‘Pedro Delgado’. Aquel polideportivo al que algún político auguró que sus gradas no se llenarían nunca: “Está lejos del centro de la ciudad, la gente es cómoda y allí no llegará”. Acierto total. Visión de futuro.
Y ahora –sí ahora-, nos anuncian que regresarán, los que regresen, a rememorar en la cancha en la que tantos aplausos –merecidos- recibieron, en aquel tiempo trepidante en lo deportivo e ilusionante para quienes desde la grada recibían dosis de entusiasmo para continuar entre los mejores.
¿Me permiten escribir que el éxito está asegurado? Pese a que el paso del tiempo suele borrar parte de la memoria, afirmo que buena parte de los que estuvieron, estarán. Con más canas –que sí-, pero también para otorgar el aplauso sincero de quienes a través del deporte nos hicieron vibrar.
¡Vuelven!