El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, destacó ayer que Volkswagen se ha comprometido a devolver a las arcas españolas las ayudas del plan PIVE de aquellos vehículos en los que se han detectado irregularidades en el etiquetado de emisiones de CO2. La cantidad que tendrá que devolver el grupo alemán podría ascender hasta los 50 millones de euros, en caso de que todos los vehículos en los que la marca ha encontrado irregularidades en España hubieran sido adquiridos gracias al plan PIVE.
Soria expresó que Volkswagen ha cifrado en 660.000 los vehículos afectados en todo el mundo por el etiquetado incorrecto de emisiones de CO2, inferior al real. En España, los vehículos afectados alcanzan los 50.000. En cuanto a la subvención del Gobierno, las ayudas iniciales del PIVE eran de 2.000 euros, de los que 1.000 euros correspondían al concesionario, en tanto que los otros 1.000 euros salían del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, dependiente de Industria. Serán estos últimos 1.000 euros los que Volkswagen tenga que devolver al Tesoro español si el vehículo afectado formó parte del plan PIVE. Al respecto, Soria afirmó que su Departamento está dispuesto, y así lo hará, a comprobar “vehículo a vehículo”.
El ministro señaló que el Gobierno también ha planteado al grupo la devolución del gasto asociado al Impuesto de Matriculación, porque éste va en función de la eficiencia del vehículo. En ese sentido, indicó que Volkswagen también ha adquirido el compromiso de devolver las cantidades correspondientes. Soria, que negó que tanto los coches diésel afectados por el trucaje del software como los gasolina afectados por el etiquetado incorrecto de emisiones de CO2 tengan problemas de seguridad, afirmó que su “sensación” es que Volkswagen está proporcionando la información que va conociendo y sobre la que puede dar cuenta.
El ministro subrayó que su reunión del miércoles con el vicepresidente mundial del Grupo Volkswagen, Francisco Javier García Sanz, fue a iniciativa de la propia marca alemana para informarle de los últimos acontecimientos. En cuanto a las inversiones de 4.200 millones de euros comprometidas por el grupo para los próximos años, Soria reiteró que está previsto que se mantengan.
Por otra parte, el vicepresidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Mario Armero, confió ayer en que el caso del trucaje y las irregularidades en las emisiones de Volkswagen “no van a tener efectos” en futuros planes PIVE del Gobierno central. En declaraciones a los medios, Armero aplaudió la comunicación existente entre el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el Grupo Volkswagen, “valoro de forma muy positiva esa comunicación abierta, sincera y transparente”.
“Hay un hilo directo entre el Ministerio y el grupo, y así es como se resolverán los problemas. Estoy convencido de que Volkswagen superará sus problemas, porque conozco la capacitación técnica, humana y tecnológica del grupo”, subrayó. Como todos los representantes de los fabricantes de coches, Armero hizo una defensa del diésel. De cara a futuras regulaciones europeas que restrinjan más las emisiones, Armero reclamó que se tenga en cuenta tanto los intereses medioambientales como los industriales.
