El obispo de Segovia, Ángel Rubio, realizó el pasado sábado una visita pastoral a la residencia de Aguilafuente y la parroquia de San Juan de Aldea Real. La tarde comenzó en la residencia. Tras un caluroso recibimiento, comenzó un entrañable diálogo entre el obispo y los residentes en la entrada de la residencia, que era donde mejor se podía estar debido al calor. La alegría y confianza fueron lo más destacable del encuentro, así como los repetidos agradecimientos de los residentes hacia sus cuidadores y hacia el obispo por su visita. Finalmente, en la despedida, se dedicó una jota al obispo, cantada y bailada, con el párroco Jesús Torres a la cabeza. Acto seguido tuvo lugar la visita pastoral a la parroquia de Aldea Real. Durante la eucaristía, el obispo bendijo la iglesia tras su reciente restauración. La comunidad parroquial entera, con gente de todas las edades, se reunió para dar gracias por el gran esfuerzo que han supuesto las obras en iglesia. La tarde terminó con un pincho a la salida, y muchas muestras de afecto.
