El obispo de Sgovia, César Franco, ha visitado esta semana Sacramenia, Pecharromán y Fuentidueña. En Sacramenia, tras oficiar misa en la residencia de ancianos visitó a algunos enfermos que por su dependencia no pueden acudir a la eucaristía. Luego se trasladó al Coto de San Bernardo, finca en la que se encuentra la iglesia de Santa María la Real y lo que queda del monasterio cisterciense fundado en el siglo XII. En la visita estuvieron presentes miembros de la junta parroquial de Sacramenia, el párroco Henri Tshipamba Mukala , la teniente alcalde Luz María Lázaro y las propietarias del monasterio, Mª del Carmen Pérez Villota y Mercedes Sánchez Pérez.
Monseñor César Franco no solo visitó la iglesia, que es la tercera más grande de la provincia y la parte que se visita habitualmente, sino que pudo conocer otras zonas del monasterio como el actual patio interior en el que se pueden apreciar donde estaban los arcos del atrio que hoy se encuentra en Miami Beach.
El expolio llevado a cabo por William Hearst del monasterio de Santa María la Real de Sacramenia fue el culmen de un largo periodo de decadencia tras las desamortizaciones que sufrió. El magnate americano adquirió el monasterio que fue desmontado y empaquetado en cajas protegidas con paja. Las piedras cruzaron en Atlántico en barcos que llegaron al puerto de Nueva York donde fueron puestas en cuarentena durante casi cinco años. Después fueron llevadas a unos almacenes en el Bronx donde tras el crack del 29 pasaron años hasta que unos empresarios de Miami las adquirieron y volvieron a colocar en lo que la revista Times llamó “el mayor puzle del mundo”. Actualmente la sala capitular, el refectorio y el atrio se encuentran y se pueden visitar en Miami Beach.
Tras la visita al monasterio, Monseñor César Franco visitó Pecharromán y Fuentidueña.
