Cuando quedan poco más de tres meses para que arranque una nueva edición del ATP Challenger Open Castilla y León de Tenis, que se desarrollará en sus fechas originales –del 27 de julio al 4 de agosto– en La Estación de El Espinar, sus organizadores se encuentran en plena organización de un evento que este año cumple su vigésimo octavo cumpleaños. Y al mando de este organigrama se encuentra la directora del Torneo, Virginia Ruano, que se muestra optimista a pesar de que la crisis no deja de lado al mundo del deporte.
¿En qué punto se encuentra la organización del Open en estos momentos?
Ahora estamos trabajando para poder conseguir que se instalen unos vestuarios junto a las pistas de El Espinar. Esto es algo que siempre he querido desde que entré como directora del Open. Además, estamos cerrando los presupuestos, y ya tenemos el apoyo de las instituciones. También vamos a contar con retransmisión televisiva, y con varios patrocinadores privados ya cerrados. Eso sí, siempre dispuestos a superar las carencias del año pasado, e intentando involucrar a los empresarios de la zona, que se encuentran con ganas de ayudar.
El apoyo de las instituciones sigue siendo fundamental, ¿verdad?
Sí. El Ayuntamiento tiene que apostar por este Torneo porque creo que es el más beneficiado, ya que el nombre de El Espinar se conoce por todo el mundo gracias a este evento. El Consistorio espinariego, junto a la Diputación y a la Junta de Castilla y León están volcándose mucho más hacia nosotros este año, después de haber pasado un momento muy duro en 2012.
¿En qué medida se sigue notando la crisis?
Nos afecta mucho, aunque bien es cierto que institucionalmente la situación está un poco mejor, aunque son los patrocinadores privados los que todavía tienen miedo, sobre todo los espónsores nuevos. Pero este Torneo lleva celebrándose muchos años, así que los colaboradores que llevan tiempo con nosotros no quieren dejar de ayudar, y siguen apostando por el Open.
Tras retrasarlo el año pasado por los Juegos Olímpicos, este año se regresa a las fechas habituales de finales de julio y principios de agosto. ¿Cómo beneficiará esto al Torneo?
Creo que, sobre todo, se notará en el público que va a acudir a ver los partidos, que está acostumbrado a la fecha habitual. Y lo mismo les sucede a los jugadores, ya que volvemos a celebrar el Open antes de los torneos de Estados Unidos.
¿Cómo afronta esta nueva edición el equipo organizativo?
Con muchas ganas. La experiencia de otros años nos está siendo muy útil, y el hecho de haber pasado por momentos muy duros nos ha ayudado a salir adelante con pocos medios. Nos ha fortalecido para afrontar esta nueva edición.
En cuanto a la participación, ¿hay algún tenista que suene con fuerza para este año?
Siempre podemos contar con los españoles como Dani Gimeno, o quizás Guillermo García López, que acaba de salir de una pequeña operación… En estos momentos no hay ningún nombre cerrado, pero los tenistas saben que El Espinar es un Torneo que les ayuda a prepararse para la pista rápida de Estados Unidos. Esto lo valoran mucho.
Y la implantación de una categoría femenina en El Espinar, ¿es un proyecto difícil?
Hay que darse cuenta de que contamos con un problema de infraestructuras. Para crear un torneo femenino necesitaríamos, como mínimo, una pista más y unos vestuarios. Sigo con esta idea en la cabeza, pero hay que ir paso a paso.
