Lo que iban a ser unas felices vacaciones en un destino de ensueño, como Acapulco, se han convertido en una pesadilla para seis turistas españolas que fueron violadas de madrugada por varios individuos pertenecientes a un grupo delictivo.
El suceso ocurrió en un hotel-bungalow de San Andrés, en la noche del lunes, cuando varios hombres armados y encapuchados, al menos 10, irrumpieron en el enclave de Barra Vieja, a las afueras de Acapulco.
En el momento del asalto, en la vivienda también se encontraban otros siete españoles varones y una mujer más, de origen mexicano, que fueron amordazados con cables de los teléfonos móviles y con cintas de los bañadores.
Las víctimas, acompañadas de varios responsables de Turismo, se presentaron posteriormente ante la Agencia de la Fiscalía General para Delitos Sexuales, donde recibieron apoyo y prestaron declaración. Un equipo especial de la Policía ha abierto una investigación, pero al cierre de esta edición no había ningún detenido.
Tanto las autoridades del Estado de Guerrero como el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, expresaron en rueda de prensa su pesar por la violación sufrida por las turistas. «Es muy lamentable lo que ha sucedido, pero bueno, esto pasa en cualquier parte del mundo», afirmó Walton, que también aseguró que «el suceso afecta a la imagen de Acapulco» y descartó que tenga vínculos con la delincuencia organizada.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación recomienda a los turistas españoles que visiten Acapulco que extremen la prudencia, pues el Estado de Guerrero en el que se ubica esta ciudad se considera «de especial peligrosidad». Así figura en las recomendaciones de viaje referidas a México que se pueden consultar en la página web del Estado.
Especialmente, según avisa el Ministerio, hay que evitar las zonas montañosas del Estado en la costa del Pacífico. En Acapulco aconseja «extremar la prudencia», ya que la delincuencia organizada ha protagonizado incidentes violentos, si bien hasta la fecha no habían afectado a turistas extranjeros o a lugares frecuentados estos.
El lugar donde ocurrió el ataque está cerca del aeropuerto de Acapulco, a unos 400 kilómetros al oeste de Ciudad de México, en el área llamada Acapulco Diamante, que tiene playas de mar abierto y está menos poblada.
Este destino turístico estuvo lleno de glamour en los años 50 y 60, al ser frecuentado por las estrellas de Hollywood para pasar sus vacaciones; no obstante, ha sufrido un deterioro serio de la seguridad en los últimos años, lo que ha obligado a la Policía a reforzar la seguridad en la zona.
Las autoridades del estado de Guerrero afirman que la situación ha mejorado en los últimos meses y que ello se está reflejando en un incremento del turismo, principalmente nacional. Sin embargo, la inseguridad sigue afectando a todo el país, y en concreto a este enclave. En distintas comunidades han surgido en las últimas semanas policías comunitarias o grupos de autodefensa que custodian sus pueblos.
Estos grupos tienen retenidas a más de 50 personas, a las que acusan de pertenencia al crimen organizado y otros delitos, y a las que pretenden juzgar en tribunales propios.
El pasado fin de semana, un automóvil con turistas mexicanos que iban a pasar unos días de descanso en Playa Ventura fue atacado a tiros con el resultado de dos heridos, en un retén de la «Policía comunitaria» de la comunidad de Las mesas, en el municipio de San Marcos. Los tripulantes del vehículo declararon que al ver el retén les dio miedo y aceleraron.
En México es frecuente que grupos de delincuentes detengan automóviles en las carreteras para luego asaltarlos.
