El vicepresidente segundo y consejero de Economía de la Junta, Tomás Villanueva, aseguró ayer que las dudas surgidas en Caja Duero sobre el organigrama y los nombres de los directivos de la nueva caja fusionada «es una cuestión más de forma que de fondo» y «no suponen ningún problema» para el proceso de fusión, «que la próxima semana estará normalizado y formalizado».
Tomás Villanueva abogó por «ajustar más los mecanismos de coordinación» ya que consideró que hay coincidencias «en lo esencial» del proyecto, ya que en los últimos días los equipos directivos de ambas entidades han trabajado para solventar las «pequeñas» diferencias existentes. Por ello, explicó, que Caja España daba por zanjada la cuestión y lo resolvió en el Consejo de Administración de ayer, mientras que Caja Duero «ha preferido formalizarlo de otra manera». «Pero no veo que haya diferencias de fondo», concluyó el responsable del ramo.
El vicepresidente económico mostró también su confianza en que las respectivas asambleas respalden también la decisión de los consejos, de quienes dijo «tienen la obligación, responsabilidad y el deber de explicarles la situación de las entidades y el proyecto».
Así, tras reconocer que las asambleas «son soberanas» y su opinión «debe ser respetada» por el Gobierno regional, aseguró que sus integrantes «deben pensar en el interés general» de las entidades y dijo estar convencido de que «si los administradores y los ejecutivos ponen a su disposición información detallada y minuciosa» obtendrá un apoyo unánime. En este sentido, Tomás Villanueva aseguró que el proyecto «garantiza el futuro de la entidad» y abogó por «generar confianza en los mercados financieros», por lo que señaló que «cuanto antes se cierre esta cuestión, antes se generará un entorno de confianza».
Respecto al voto en contra de los representantes de UGT y CCOO, Villanueva aseguró que «parece razonable» que se hayan pronunciado en contra si no se ha resuelto el Pacto Laboral, si bien quiso dejar claro que el voto se produjo «en calidad de administradores» de la entidad «que tienen que velar por el futuro y por el interés general de la entidad».
No obstante el vicepresidente económico, se mostró seguro de que, como el problema principal para recabar el apoyo sindical al proyecto es el desacuerdo sobre el Pacto Laboral, «se dará una solución a la cuestión» y finalmente los representantes de los trabajadores podrán votar en las asambleas de forma favorable a la fusión.
Así, dijo detectar «disposición» a solventar esta cuestión y recordó que las condiciones laborales de los trabajadores «siempre es mejor con entidades que tengan futuro que con otras que tengan problemas».
