El Ayuntamiento de Segovia ha puesto en el primer lugar de sus proyectos para la ciudad la recuperación del valle de Tejadilla, con el que pretende completar el ‘cinturón verde’ de la ciudad que presume desde hace tiempo de los valles del Eresma y del Clamores. El equipo de Gobierno ya ha puesto negro sobre blanco en el presupuesto municipal de 2021 a tal fin y destinará 2,1 millones de euros para el inicio de este ambicioso proyecto que marcará el esfuerzo inversor de los próximos años para transformar un entorno actualmente degradado en un espacio sostenible y conectado con la ciudad.
Pero todo proyecto parte de una idea inicial, y para ello el municipio ha apelado a la experta visión de los arquitectos y paisajistas convocando un concurso de ideas del que esta semana se ha conocido la iniciativa ganadora; desarrollada por las arquitectas María Megías Homar e Irene Escudé Moreno y la arquitecta y paisajista Marta Inés Cot.
‘Regenerar, redefinir, reactivar’ es el título que resume las tres ideas básicas que desarrolla el proyecto –que en breve será presentado a los vecinos de El Palo-Mirasierra por el Ayuntamiento- concebido por sus autoras como un proceso de regeneración paisajística del actual ambiente “degradado e infravalorado” y su reversión a un nuevo espacio natural que dé continuidad al cinturón verde de la ciudad.
La correcta gestión del agua para la regeneración ambiental, la conectividad del interior del valle con la ciudad y la dotación de espacios atractivos, productivos y sostenibles son los tres ejes sobre los que se sustenta el proyecto.
La gestión hídrica se centra en la adecuación y revitalización de las plataformas existentes en la ladera sur del valle, en la zona del Tejerín para corregir y armonizar los desajustes ecológicos del pasado y crear parcelas productivas y sostenibles. Así, plantea la creación de sistemas de captación de aguas que aprovechen la escorrentía de las laderas para abastecer el riego de los huertos urbanos y las zonas arboladas previstas en el proyecto, y que serán depuradas en una balsa de fitodepuración para garantizar la calidad suficiente para el riego.
En materia de movilidad, el proyecto propone conectar el límite urbano con el interior del valle con un vial que da salida a la actual calle del Greco que cruza el valle para crear un mirador que albergará gradas integradas en el terreno para grandes eventos. De igual modo, el espacio se plantea como punto de inicio y final de rutas de senderismo y ciclismo que abarcan una escala global.
La carencia de espacios públicos y aparcamientos en la zona es otro de los problemas que aborda el proyecto ganador, con la creación en las plataformas de acceso al valle de espacios de juegos infantiles, ocio y descanso, así como otros destinados a la contemplación del paisaje y a usos productivos de cultivo.
Aunque serán la disponibilidad económica de las arcas municipales la que determine el desarrollo de estas ideas, todo parece indicar que Segovia contará con una zona que aumentará el valor añadido medioambiental de una ciudad que pondera sus espacios.
Propuestas para sumar
El proyecto ‘Genius Loci’ redactado por el arquitecto director Marcos González González, Álvaro J. Álvarez Gutiérrez, como Arquitecto Coautor y Hernán González González realiza un análisis muy completo y riguroso del estado del lugar en el que apuesta por una regeneración vegetal y natural óptima con elementos constructivos integrados. El agua toma protagonismo de manera coherente y ordenada. El proyecto desarrolla diversos temas de gran interés como la recuperación de la antigua tejera o la instalación de un gran hito singular e integrado en el paisaje que permite identificar y singularizar el ámbito en el que se circunscribe.
El galardonado por el público ‘Tejadilla 2023’, propuesta de los arquitectos Luis Vivanco Silva y Luis Vivanco Galindo y del biólogo Alejandro García Urda aporta nuevas ideas de gran interés para el cosido y la transición entre el medio urbano y el natural. Así, proyecta de forma brillante un centro de interpretación sobre los restos de la antigua tejera para resolver el vacío de este espacio y lo configura como una de las entradas al Valle.
