Definición futbolística de “meneo”: Dícese del gran dominio que un equipo muestra sobre otro de similar nivel, demostrando una superioridad no prevista en un principio. La definición encaja perfectamente con lo que en la tarde de ayer los (alrededor de) 500 aficionados que se dieron cita en el campo de La Albuera tuvieron la oportunidad de presenciar.
Porque, en la fría tarde del sábado, la Segoviana le dio un buen meneo a la Cultural Leonesa, un equipo de los llamados a estar arriba en la clasificación, pero que sobre el rápido césped del municipal segoviano lo único que demostró fue tener bien trabajadas las acciones a balón parado. En el resto de facetas de juego el conjunto que dirige Luis Cembranos mostró demasiadas carencias.
Podría caber la duda de si esas carencias se produjeron por la normal falta de acoplamiento de un equipo que aún está en pleno rodaje, o porque la Segoviana ha alcanzado un nivel de confianza en sus partidos como local que no sólo es capaz de dominar a sus rivales con el balón, sino también de hacerlo sin el esférico, controlando el apartado defensivo gracias a la solidaridad de todos sus jugadores, pero sobre todo con dos jugadores, Manu y Anel, que aportan una consistencia extraordinaria a un equipo que de la mano de Santi Sedano ha adquirido una identidad muy del agrado del aficionado azulgrana.
El encuentro se esperaba difícil, y por ello la salida al campo del conjunto gimnástico resultó de lo más adecuada. Bien plantados sobre el terreno de juego, los hombre de Sedano no tardaron en generar las primeras ocasiones de gol, como un remate en plancha de Dani Arribas que se fue fuera por poco, o un lanzamiento desde la frontal de Borja, que Emilio desvió a córner. En estos primeros minutos el peligro local llegaba por la derecha, con Borja y Ramón bien apoyados por Ricardo. En la banda izquierda, Javi esperaba su oportunidad de entrar en el partido. Cuando lo logró, se convirtió en el mejor jugador azulgrana.
El primer gol de la Segoviana evidenció la capacidad de los locales para generar peligro en una acción sin aparente riesgo para una defensa de la Cultural muy poblada, pero mal colocada, ya que Roberto y Dani Arribas entraron por el centro como Pedro por su casa para terminar metiéndose prácticamente con el balón en la portería.
Habían pasado 20 minutos de partido, y la Segoviana había marcado un gol, y generado ocasiones suficientes como para empezar a merecer el segundo, mientras que de la Cultural no se tenían más noticias que las que proporcionaba su jugador Stallone, capaz de salirse del campo un minuto a cambiarse unas zapatillas, y al minuto siguiente desbordar por la banda derecha y poner un balón que no se convirtió por poco en el 1-1.
Esta acción vino a sembrar las dudas en el juego de la Segoviana, que de repente se convirtió en un equipo demasiado largo, y poco contundente en sus despejes. Su rival vio la debilidad azulgrana, y no tardó en sacar partido de ella, con un mano a mano de Stallone que se marchó fuera, otro de Bardal que pasó a escasos centímetros de la portería local, y el gol definitivo de Ortiz, rematando en el punto de penalti una buena jugada por la izquierda.
La dudas locales habían llevado el partido a las tablas, pero con ellas la Cultural volvió a ser el equipo vulgar de los primeros minutos de juego. Tanto fue así que Javi presionó la salida del balón de Obispo hasta que logró quitarle el esférico, creando una rápida acción ofensiva que, tras un remate de Dani Arribas que fue rechazado por la defensiva culminó el canterano con un precioso envío al palo largo que superó a Emilio. Golazo.
El partido llegó al descanso después del tercer remate de la Cultural tras un balón parado, que al igual que los dos anteriores, se marchó desviado tras un remate de Negral después de que Durán no consiguiera blocar el saque de la falta. Precisamente otro error del portero azulgrana, en los primeros minutos de la segunda parte, le brindó a la Cultural su mejor ocasión para empatar el partido, pero Gonzalo, tras el fallido despeje del meta gimnástico, chutó demasiado alto.
Esa acción fue la única verdaderamente peligrosa para el marco azulgrana en los segundos cuarenta y cinco minutos en los que la Segoviana impartió una lección de toque y control en el centro del campo, sin crear excesivas ocasiones porque el partido no lo requería, pero sí amenazando en las contras a una Cultural que intentó construir un fútbol demasiado vertical, casi siempre en ventaja para la defensa gimnástica.
Salió Dani Calleja por Roberto, y el equipo no desentonó. Salió Mariano por Roberto, y aunque hubo cambio de sistema, la Segoviana aumentó su dominio en la medular, y cuando saltó al campo Alex por un Javi que fue una auténtica pesadilla para la defensa visitante (y ojo a este chaval, al que le sobra tanta calidad como descaro), el equipo de casa ya navegaba plácidamente por el partido después de que Mariano se aprovechara de un mal rechace de la zaga leonesa para regatear a Emilio y marcar el tercero.
Los instantes finales del choque se convirtieron en un ejercicio de impotencia visitante, y una exhibición de juego de toque local, que amagaba el ataque por una banda, para volver al centro y buscar la superioridad en la banda contraria. El 3-1 final fue largamente ovacionado por los seguidores del conjunto gimnástico, que disfrutaron de un inesperado (por la calidad del rival) meneo de la Segoviana a la Cultural Leonesa.
