La selección española de baloncesto superó sin grandes dificultades a Angola (79-70) en el segundo partido de preparación previo al Mundial, en el que a diferencia del día de Canadá el juego exterior de los de Juan Antonio Orenga -encabezado por Navarro y Llull- estuvo a un nivel similar al interior.
Los grandes baluartes del segundo triunfo español volvieron a ser Serge Ibaka y Pau Gasol, como el primer día ante Canadá, pero esta vez contaron con la inestimable ayuda de los hombres exteriores. La preocupación que sobrevolaba la concentración tras lo visto en A Coruña quedó en parte disipada en Sevilla.
Es cierto que este domingo enfrente había un equipo anárquico, que juega a rachas y que con ésta suma siete derrotas en siete partidos preparatorios para la Copa del Mundo, pero también es verdad que el nivel de Angola no está muy alejado del de los canadienses.
Dominio
El encuentro ante los africanos se desarrolló en los instantes iniciales por el mismo cauce que el del primer día. Los diez primeros puntos españoles fueron obra de Ibaka (6) y Pau Gasol (4), que además dominaban el rebote. Los angoleños, que durante todo el partido parecieron tener alergia a la pintura, se mantenían en el partido gracias al tiro exterior; 12 de sus primeros 14 puntos llegaron desde más allá del 6’75.
Para el final del primer cuarto y el inicio del segundo aparecieron dos nuevos actores que no lo habían hecho el primer día. Navarro ‘enchufó’ su primer triple al poco de pisar la pista, mientras que Llull iba haciendo estadística poco a poco. Además, Claver, en el que Orenga ha depositado toda su confianza para que sea el ‘3’ alto que necesita España, dejó dos detalles de calidad en esos instantes.
Con una defensa decente, corriendo cuando se pudo y con un mayor equilibrio entre lo interior y lo exterior, España consiguió llegar al descanso con una ventaja de 17 puntos (45-28) ante un equipo que pese a sus limitaciones va a estar en el Mundial.
Bajaron el pistón
Tras el paso por vestuarios, los hombres de Orenga salieron enchufados y dos triples consecutivos de Pau y Navarro llevaron la ventaja a más de 20 puntos. Mientras tanto, Angola siguió a lo suyo, mucho tiro exterior y pocos balones interiores a una zona en la que cuando Ibaka está por allí es peligrosa. El duelo acabó con un resultado engañoso ya que Angola nunca pudo con España.
