El Real Madrid consiguió la undécima victoria en Liga en la Caja Mágica, inexpugnable hasta el presente, pero lo hizo de nuevo por la vía del sufrimiento ante un Bilbao Basket que jugó sus bazas, pero que se quedó sin fuerzas en el tramo final del partido.
Una buena defensa y una mejor transición ofensiva permitieron al Real Madrid dominar de inicio en el marcador y que el equipo vasco tuviera que pedir tiempo muerto a los cuatro minutos de juego (13-4).
La salida a pista de Axel Hervelle, muy aplaudido por la afición, sirvió al cuadro vasco para recibir ese aporte de tensión necesaria para que los sistemas funcionen y para que la defensa sea efectiva. Resultado, el conjunto visitante recortó diferencias en el marcador. 21-14 al término de los primeros 10 minutos.
Las rotaciones funcionaron mejor en los vizcaínos y el segundo período fue de claro color bilbaíno, sin que el italiano Ettore Messina diera con el quinteto adecuado para volver a recuperar las riendas del partido, y sin que diera entrada en todo este tiempo ni a Llull ni a Tomic.
Pese a todo, los blancos se marcharon al vestuario con cuatro puntos de ventaja (36-32) y la sensación de haber podido tener una ventaja mucho mayor tanto a favor como en contra.
Los cinco triples de los vascos, de 10 lanzamientos, pesaron mucho en los primeros 20 minutos de juego, ante la dificultad para anotar bajo los aros por la acumulación de centímetros y kilos de los titulares de la Caja Mágica.
Con Llull y Tomic de refresco en el inicio del tercer cuarto, el Real Madrid siguió con problemas en ataque, con falta de ideas y de puntería, mientras que el Bilbao desaprovechó hasta tres ocasiones para ponerse por delante.
Fue la entrada de Mirotic la que desequilibró el partido. Esta vez no fueron sus puntos, sino su defensa. Y también que las fuerzas comenzaron a pasarle factura a un adversario que no tiene el fondo de banquillo con las posibilidades del Real Madrid.
Al final del tercer período y después de haber ido ganando por 10 (53-43) en el minuto 28, el Real Madrid acabó con un marcador favorable de 58-52 y la sensación de que ya tenía que haber cerrado el partido. Katsikaris reservó a Hervelle en busca de un último esfuerzo que pudiera dar a su equipo alguna opción, pero el mayor arsenal ofensivo del Real Madrid y las pocas fuerzas de sus jugadores decantaron la victoria ‘merengue’ por puro peso específico.
Más por el gusto por el riesgo que por otra circunstancia, el Real Madrid convivió con un marcador incierto a falta de tres minutos y llegó a los últimos segundos con solo tres de ventaja (75-72). Pero al final ganó y consiguió la undécima victoria consecutiva, que hace que la Caja Mágica siga siendo inexpugnable.
Barcelona
Hoy, el Barcelona recibe la visita del Valencia consciente de la importancia del choque para el pulso que mantiene con el Real Madrid. Los azulgrana confían en seguir haciéndose fuertes en el Palau una jornada más y centrarse en el torneo del KO.
