La posible excarcelación del etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, secuestrador de José Antonio Ortega Lara, ha provocado una fractura en lo que se refiere a las relaciones de las víctimas y el Gobierno. La postura de una parte del Ejecutivo del PP, que ha apostado por la libertad condicional del terrorista debido a su estado de salud, no ha gustado nada a las asociaciones que representan a los familiares de los asesinados por la banda terrorista. Es más, ha habido miembros destacados del PP que han mostrado su disconformidad y repulsa por lo que estaba sucediendo. A pesar de que la Fiscalía ha recurrido la polémica decisión del juez Castro, la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, tiene previsto reunirse esta semana con el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, para pedirle cambios legislativos que permitan a las víctimas «tener voz y voto» en decisiones relativas a beneficios penitenciarios de presos de ETA. Pedraza hizo este anuncio ayer después de participar en la marcha de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en memoria de los damnificados por la violencia de ETA y en defensa de su dignidad. La marcha discurrió entre las cárceles de Nanclares de Oca y de Zaballa, en Álava, dos centros referentes porque en ellos se ha experimentado la vía Nanclares para la reinserción de etarras.
Pedraza dejó patente el descontento de las víctimas con el Gobierno del PP y con la Justicia española, distanciamiento acentuado por el proceso de excarcelación del secuestrador de José Antonio Ortega Lara, Josu Uribetxeberria Bolinaga, ahora recurrido por la Fiscalía.
La AVT considera que la concesión del tercer grado por parte del Ministerio del Interior y la posterior excarcelación autorizada por el juez Castro ha estado trufada de «irregularidades». «Que lo excarcelen solo cuando sea terminal. Antes, que reciba el tratamiento en la cárcel», apuntó la máxima responsable de la AVT.
Pedraza también se quejó de que Interior trata «como reyes» a los etarras en prisión: «Me parece vergonzoso que el Gobierno tenga cárceles de cinco estrellas, con piscina y televisión de plasma en la celda con el hambre que hay en España. Esto casi anima a matar».
Con Pedraza se movilizaron un centenar de personas, incluidos policías y guardias civiles. También se pudo ver a un relevante integrante del PP vasco, Santiago Abascal, que apoya a Jaime Mayor Oreja frente a Jorge Fernández Díaz en materia penitenciaria, y justificó su presencia porque es antes «un ciudadano español con su propio criterio» antes que «militante del PP».
Abascal considera que es un error «estratégico» en la lucha contra ETA: «No está derrotada. Está a punto de ganar en el País Vasco».
La marcha hasta Zaballa no fue la única protesta de las víctimas de ETA. En Madrid, la organización liderada por Francisco José Alcaraz, Voces contra el Terrorismo, se concentró ante las puertas del Ministerio del Interior. Al grito de Gobierno traidor, varios cientos de personas se movilizaron para protestar por la libertad condicional concedida a Bolinaga. Convocadas por las asociaciones de víctimas Voces contra el Terrorismo y Mujeres por la Justicia, exhibieron fotos de los tres guardias civiles asesinados por Bolinaga y pidieron la dimisión de Rajoy. Alcaraz aseveró que siente «decepción» y «una gran desazón» al comprobar que el Gobierno del PP «no tiene una política antiterrorista, sino que continúa con la de Zapatero».
