La escudería McLaren Mercedes confirmó ayer, con su doblete en el Gran Premio de Turquía, las sospechas del piloto español Fernando Alonso, que ya advirtió de que el equipo británico estaba por delante de Ferrari y que la lucha por el Mundial no sería solo con Red Bull.
Es cierto que en el circuito de Estambul Lewis Hamilton y Jenson Button contaron con la ‘ayuda’ de Red Bull, después de que el alemán Sebastian Vettel arruinara el trabajo de todo su equipo al impactar con su compañero, el australiano Mark Webber, en una acción que supuso la retirada del joven germano y la pérdida de la primera posición de la carrera del piloto oceánico.
Pese a ello, el ritmo de carrera de McLaren, y en especial de Hamilton, fue muy alto, a la altura de los de Webber y Vettel, a los que acosó desde el principio, gracias en parte al conducto F, al que los británicos han sacado el máximo partido.
Mucho menos contentos pueden estar en Ferrari, ya que el séptimo puesto del brasileño Felipe Massa y el octavo de Alonso son un pobre bagaje para una escudería que aspira a hacerse con el Mundial de Fórmula Uno y parece evidente que en los últimos grandes premios han perdido comba en la carrera por el título.
Fue una mala celebración del gran premio número 800 de los coches rojos, puesto que el retroceso de la escudería transalpina no solo ha sido con Red Bull y McLaren, sino que Mercedes GP y Renault han sido también superiores al equipo italiano en Estambul.
Para recortar diferencias con sus rivales, la fábrica de Maranello tiene prevista una gran evolución de su monoplaza para el Gran Premio de Europa, en Valencia, a finales del mes de junio, pero antes deben afrontar el 13 del mismo mes, el Gran Premio de Canadá.
En la carrera de Turquía, Fernando Alonso trató de minimizar los daños previstos por salir desde la duodécima plaza de la parrilla y aunque en salida perdió un puesto, como le sucedió a muchos de los pilotos que partían por el lado sucio de la pista, logró acabar en una octava posición que le dio cuatro puntos.
El piloto asturiano salió finalmente con la misma estrategia que el resto de los equipos, primero con neumáticos blandos y luego con duros, en una carrera en la que la amenaza de lluvia estuvo presente en tramo final, pero que no llegó.
Por fin fue un día feliz para el español Pedro Martínez de la Rosa (Sauber), después de que haya podido llegar a la línea de meta rozando los puntos, al entrar en la undécima posición a escasas milésimas de su compañero, el japonés Kamui Kobayashi, con el que mantuvo un interesante duelo en los instantes finales.
Quizá el remate a su buen trabajo hubiera sido superar al nipón y arañar el primer punto de la carrera tras una aciaga temporada en la que en las anteriores seis carreras se vio obligado a abandonar en cinco de ellas.
Además, si en clasificación Kobayashi fue mejor que De la Rosa, en carrera, el ritmo mantenido por el catalán fue parejo al del japonés e incluso superior en el tramo final de la carrera.
Precisamente De la Rosa mantuvo una bonita pugna con su compatriota Jaime Alguersuari (Toro Rosso). El piloto de Sauber tuvo que trabajar a fondo para defenderse de los ataques del joven corredor de la escudería italiana, que volvió a protagonizar una buena carrera, firmando la duodécima posición.
En su asentamiento en la Fórmula Uno, ya que en breve cumplirá un año desde su llegada a la competición, Alguersuari cumplió con creces y superó, una vez más, a su compañero de equipo, el suizo Sebastien Buemi, que se vio perjudicado por un problema en una rueda.
Los más desafortunados volvieron a ser los pilotos de Hispania, ya que ambos se vieron afectados por un problema de alimentación de combustible que supuso que el brasileño Bruno Senna se retirase en la vuelta 46, mientras que el indio Karun Chandhok aguantó algo más, hasta la 53 de las 58 de las que contó el Gran Premio de Turquía.
