La frialdad de Rafa Nadal se impuso ayer al deseo de Fernando Verdasco en el duelo entre españoles, y el número uno del mundo se abrió paso por 6-4 y 7-5, en una hora y 58 minutos, para colocarse en las semifinales del Masters 1000 de Madrid, fase en la se enfrentará contra el serbio Novak Djokovic.
Nadal resolvió el noveno encuentro entre las dos mejores raquetas nacionales del momento gracias a su mayor convicción y fe en sí mismo. Tras ganar el primer set en 42 minutos, deshizo una ventaja de Verdasco de 4-0 en el segundo, y ahí el madrileño, a pesar de que hizo un saque a 240 kilómetros por hora, perdió la mejor oportunidad de su carrera para lograr la primera victoria en nueve encuentros frente al de Manacor.
El número uno ganó cinco juegos consecutivos ante el desánimo de su contrincante en la pista Manolo Santana, que ayer registró por primera vez un lleno con 12.500 espectadores, entre ellos la infanta Elena.
Verdasco, que protagonizó un épico encuentro contra Nadal en las semifinales del Abierto de Australia, levantó dos bolas de partido en el décimo juego pero no pudo con la siguiente en el duodécimo, presionado por la agresividad de Rafa.
Nadal suma ya 32 triunfos consecutivos en tierra batida desde que perdiera contra Juan Carlos Ferrero en Roma el pasado año. Lleva 18 esta temporada y la escalofriante cifra de 149 victorias y solo cuatro derrotas en esta superficie desde 2005.
Entre estas figuran las tres que ha conseguido este año ante Novak Djokovic, su próximo rival en semifinales. El serbio tenía la lección bien aprendida ante el veterano Ivan Ljubicic, finalista en este torneo en 2005 contra Nadal.
Sabía que ante el ex campeón de la Copa Davis solo hacía falta aguantar su excelente servicio y moverle abriendo la pista. Lo llevó a rajatabla y sentenció su victoria, por 6-4 y 6-4 en una hora y 44 minutos para colocarse por segunda vez en semifinales en Madrid.
Reciente de ganar el título en Belgrado, el segundo esta temporada después del de Dubai, Djokovic fue muy superior a Ljubicic, y con quien mantenía una igualdad hasta ayer de 1-1.
Ahora intentará el más difícil ante Nadal con quien tiene un déficit de 13-4. Este año ha caído contra el monstruo de Manacor en tres ocasiones, todas ellas sobre tierra. En la eliminatoria de Copa Davis disputada en Benidorm, y en las finales del los Masters 1000 de Montecarlo y Roma. De ahí que calificase el siguiente duelo de auténtico «desafío».
También se situó en semifinales, el suizo Roger Federer, campeón en el 2006 y finalista en el 2007, que anuló al cañonero estadounidense Andy Roddick, por 7-5, 6-7 (5) y 6-1, en dos horas y 11 minutos.
Ocho años después de su primer enfrentamiento y después de una ventaja de 17-2 para el suizo, los dos ex números uno del mundo se dieron cita por primera vez sobre tierra batida. Ese era el máximo interés del duelo, comprobar hasta qué punto el jugador tejano sería capaz de controlar el juego del de Basilea, en la altitud de Madrid, y si Federer daría de si lo suficiente para ganar con comodidad.
Salvo el desempate del segundo set, donde Roddick fue capaz de contrarrestar una desventaja de 3-0, el partido fue para Roger Federer, contundente con su servicio con el que logró 15 saques directos por nueve de su rival.
Por otro lado, en el cuadro femenino, la suiza Patty Schnyder sorprendió a la serbia Jelena Jankovic, cuarta favorita, y su victoria en dos sets (7-6 y 6-3), le proporcionaron el pase a las semifinales, donde se enfrentará a la rusa Dinara Safina, primera del ranking. La francesa Amelie Mauresmo y la danesa Caroline Wozniacki disputarán el otro duelo. La jugadora gala remontó la ventaja adquirida inicialmente por su rival, la húngara Agnes Szavay (5-7, 6-1 y 6-1). Su oponente será la danesa Caroline Wozniacki, novena favorita, que doblegó en dos mangas a la rusa Vera Dushevina (6-0 y 6-4
