El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela convocó el pasado sábado nuevas elecciones presidenciales para el 14 de abril, a fin de llenar la vacante dejada por la muerte del mandatario Hugo Chávez, y esta vez la disputa será entre el presidente interino Nicolás Maduro y el líder opositor Henrique Capriles Radonski.
La alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) le ofreció la candidatura a Capriles, quien aceptó ser nuevamente su abanderado. Además, aseguró al país que estaba analizando «con detalle» las declaraciones de la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, quien convocó a la cita con las urnas. «Mi agradecimiento a los partidos de la unidad democrática por su confianza», apuntó.
Lucena informó, en la reunión del directorio, la aprobación de la consulta que tendrá una campaña de 10 días, del 2 al 11 de abril.
En la nueva cita electoral, el oficialismo estará representado por Maduro, quien recibió el apoyo de Chávez en vida y podrá mantener el cargo de presidente interino mientras realiza el periplo proselitista, según un fallo judicial que avaló su juramentación.
Por su lado, el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, anunció que el grupo acordó, por unanimidad, ofrecerle la candidatura a Capriles, quien participó en los comicios del 7 de octubre y perdió ante Chávez.
«La unidad no va a fallar al país. Entendemos perfectamente que hay condiciones de ventajismo y desigualdad que el régimen se empeña en imponer», señaló Aveledo, y agregó que la formación llevará un símbolo unitario para el día de la elección.
Y es que algunas informaciones dan ya una ventaja de 14 puntos a Maduro frente a Capriles.
El secretario, además, no se refirió a las afirmaciones del actual dirigente, el pasado viernes, cuando al jurar su puesto sugirió que por problemas internos la oposición estaba considerando no participar en los comicios y boicotearlos, en rechazo al fallo judicial que avaló la investidura del dirigente. «Lo prominente del ventajismo no son los lapsos acortados, sino la sentencia del TSJ reciente que trata al candidato del Gobierno como si fuera un mandatario electo para poder permitirle abusar del poder, por la ventaja que esta posición significa. Vamos a librar una campaña contra lo más alto. Se equivocan quienes creen que no vamos a enfrentarla», añadió.
Además, destacó que los más de 33 partidos agrupados en la coalición opositora acordaron concurrir a la elección con un signo único que exprese la unidad que apoyará al aspirante.
Así, el pueblo venezolano seguirá llorando a su querido Chávez al tiempo que dirime si apostar por su sucesor, o iniciar una nueva etapa alejada del chavismo de las últimas decádas.
Maduro juró al cargo la noche del pasado viernes y minutos después pidió al Consejo Nacional Electoral llamar a elecciones. Por su parte, Lucena afirmó que «está todo listo para realizar la elección con transparencia». Asimismo, apuntó que esta cita con las urnas, a pesar de la premura, es «perfectamente realizable» y rechazó las polémicas de supuesta parcialidad desde la oposición.
