Han pasado casi 20 años desde que varias personas se propusieron organizarse e impulsar un grupo de Protección Civil. Tras proponérselo al Ayuntamiento, contó con el visto bueno de la Junta de Gobierno, y del pleno granjeños.
Desde entonces, su labor no ha parado de ser reconocida por los muchos vecinos que han recibido la ayuda de estos voluntarios que cada invierno intensifican su labor en un municipio donde las nevadas son frecuentes y también la necesidad de auxilio a montañeros.
Al frente del grupo se encuentra Javier Velasco Moreno. Fue uno de los impulsores del equipo que arrancó en 1995. A raíz de ahí su presencia se ha hecho imprescindible en muchas celebraciones como en las fiestas patronales del Real Sitio, con actos multitudinarios como los conciertos musicales, la ‘judiada’, o los recorridos por el municipio, que precisan de una perfecta organización.
Su labor ha sido reconocida hace unas semanas por la Junta de Castilla y León, y su director general de la Agencia de Protección Civil, Fernando Salguero, elogió este trabajo continuado. Por ello le entregó una mención honorífica al mérito de la Protección Ciudadana, por tan dilatada trayectoria. En este recorrido no sólo ha intervenido en el Real Sitio, sino que ha colaborado con otros municipios, instituciones, y colectivos que les han requerido. Colaboran en el Campeonato del Mundo de Motociclismo de Cheste, estuvieron en la última visita oficial del Papa Benedicto XVI a Valencia, en la ‘tomatina’ de Buñol, y ayudan a grupos de emergencias como el Samur de Madrid, de Navarra o Galicia, a Cruz Roja o a la Guardia Civil.
Entre sus actuaciones más difíciles recuerda un rescate un 13 de enero a un montañero en Peñalara. Estos días en que la nieve no ha está siendo muy abundante, imparten cursos a los escolares de Primaria.
Actualmente integran el grupo de Protección Civil de La Granja 48 voluntarios, pero han llegado a casi 60. Su pertenencia requiere participar y superar cursos de formación y dedicar parte de su tiempo libre a estar disponible para posibles e inesperadas intervenciones.
Ahora, con la actual crisis, Velasco percibe más solicitudes de entrada en el grupo. «Hay más tiempo libre y la gente siente necesidad de estar ocupado, o de recibir una formación que puede servir para el futuro», explica.
