Entre el 11 y el 18 de octubre, Sepúlveda acogió a 20 jóvenes de entre 20 y 30 años de Macedonia del Norte, Italia, Francia y España, participantes en un intercambio juvenil organizado por L4R – Teatro Lar incluido en el programa Erasmus+ de la Unión Europea.
Los jóvenes convivieron y crearon juntos a través del teatro, la música, el arte digital y el reciclaje para imaginar y crear un futuro posible donde la diversidad convive y reinventa la forma de hacer arte.
Durante los ocho días, los jóvenes participaron y guiaron actividades y juegos típicos de sus comunidades de origen, realizaron actividades y acciones escénicas por las calles del pueblo, dando vida a personajes corales. La naturaleza, la arquitectura e historia de Sepúlveda inspiró la narración colectiva y sus calles fueron escenario de la presentación final del intercambio.
El viernes 17 se invitó a visitantes y vecinos de Sepúlveda a la presentación de la obra de teatro-danza ‘SPACE: entre el Sol y la Luna’, cuyo punto de encuentro fue en la plaza de España. Los trajes y las escenografías fueron creados con ropas, tejidos y elementos escénicos donados por los vecinos. Cincuenta personas acompañaron a los actores por las calles de Sepúlveda hasta las antiguas escuelas, convertidas en un espacio mágico donde el rey Sol y la reina Luna se reunieron de nuevo para encontrar el amor y la paz que ellos y su pueblo habían perdido. Una fábula que reflexiona sobre la fragilidad del ser humano y la necesidad de reconectar con la naturaleza y entre nosotros.
Durante el intercambio, los participantes aprendieron de otras culturas a través de las noches interculturales, donde enseñaron bailes y danzas populares, comida y postres típicos, juegos interactivos como el Kahoot o una gymkana nocturna. Además, conocieron festivales y proyectos culturales locales.
También hubo tiempo para probar la gastronomía local a través de las tapas y raciones que ofrece la hostería de la villa, o postres como el ponche segoviano o las rosquillas y florones. Visitaron la Senda de los Dos Ríos donde pudieron observar los buitres leonados y los espectaculares colores otoñales de las hoces del Duratón.
Todos los participantes recibieron una tradicional cacerola de sopa castellana, realizada por Juan Carlos Martín, el último alfarero de la comarca del nordeste de Segovia, un recuerdo único de las historias vividas en el intercambio.
