Reanudamos esta columna semanal, después del paréntesis de la campaña electoral de Castilla y León. Los resultados han sido claros: el PP ha ganado las elecciones en Segovia y Castilla y León, el PSOE las ha perdido y Vox ha obtenido unos buenos resultados. Ciudadanos y Podemos prácticamente han desaparecido y han entrado nuevos partidos de ámbito provincial, algunos con importantes apoyos.
Al PP, como ganador de las elecciones, le corresponde asumir el papel de intentar formar gobierno. Evidentemente no ha obtenido la mayoría suficiente, cómo para formar gobierno sin tener que depender de otras fuerzas políticas, lo cual no quita, qué siendo el partido más votado, y cómo primera opción, intente formar gobierno en solitario con apoyos puntuales de otras formaciones. Unos dicen que no es legítima esta tentativa, otros, que cómo ellos han obtenido buenos resultados, necesariamente tienen que formar parte del gobierno. Ni lo uno ni lo otro. Intentar deslegitimar la posibilidad de que el partido ganador intente formar Gobierno en solitario por parte de unos, como el PSOE, o exigir formar parte del gobierno por parte de otros por ser la tercera fuerza del parlamento, es no aceptar las reglas de juego de la democracia. El partido ganador de las elecciones, es decir el PP y su presidente Mañueco a la cabeza, no sólo tiene la legitimidad, sino la obligación y el deber de intentar un gobierno monocolor en función de los resultados obtenidos. El resultado de las negociaciones nos dirán hasta dónde se puede llegar, pero parece que algunos olvidan, qué para llevar a cabo algunas políticas, no sólo se consigue formando parte del Gobierno, sino también, negociando y pactando desde la oposición con el Gobierno. Y ahí, estará siempre el presidente Mañueco, para llevar a cabo lo que se piense que es mejor para los ciudadanos de Castilla y León.
Por otro lado, no voy a rehuir hablar del gravísimo momento que estamos pasando en el PP en estos días; por lo que a mí respecta y muchos de los que están a mi alrededor, -que hemos visto el problema y la solución desde dentro-, quiero decirles que estamos sufriendo mucho y que más aún, lo siento profundamente, por los militantes, simpatizantes y todos los que han votado al Partido Popular y por toda España. Las crisis que en todas las organizaciones existen, y en política se visibilizan de una forma extraordinaria, hay que resolverlas con rapidez y con unidad, y en ese sentido, los máximos responsables del PP han actuado con la prontitud y unidad requerida, porque España necesita un partido de centro derecha, reformista, centrado, moderado y con sentido de Estado, fuerte y contundente para dar la batalla al Sanchismo. De igual forma que los árboles necesitan podas importantes para luego brotar con más fuerza, así, estoy convencido de ello, el Partido Popular recobrará la pujanza y fuerza que tiene y que seguirá teniendo. Hay crisis que debilitan a los partidos, otras, lo que hacen es fortalecerles y por eso, el Partido Popular saldrá mucho más fuerte.
Y ayer, que horror, la invasión rusa de Ucrania. Sabemos cómo ha empezado, pero no cómo acabará, pero sí podemos intuir algunas de las consecuencias y desde luego, son aterradoras. ¡Vaya semanas!
(*) Diputado del PP por Segovia.
