No se merece que un trofeo tan prestigioso como la Copa de Rey tenga una interpretación de las normas un tanto deficientes; porque, el resultado siempre suele ser negativo para los más pobres e indefensos. Eso le ocurrió al Turégano C.F.
El presidente del club segoviano descubrió que en el primer partido de esa competición, contra el Velarde CF, y que perdió por 1-0, sacó este club cántabro a Javier Saldaña, un jugador que había sido expulsado en un partido anterior de la Liga Regular de Regional Preferente; pero, parece que lo descubrió mal y tarde: fuera del plazo para presentar la reclamación oportuna. El art. 56.6 del Código Disciplinario de la RFEF está claro en cuanto a la imposibilidad de alinear jugadores con sanciones en vigor.
A este comentarista le surgen unos interrogantes: el Turégano también tenía un par de jugadores sancionados; y, ante la duda para no cometer irregularidades, hizo una consulta a la Federación antes del partido litigioso. ¿Por qué no hizo lo mismo el Velarde? Pues porque se la jugó y le salió bien. El Turégano cumplió con la norma; pero no se percató de mirar si otros la cumplen. Y ahora viene la más gorda: ¿La Federación no tiene una base de datos para saber si algún equipo realiza alineaciones indebidas? A este analista le parece que el siglo 21, tecnológicamente hablando, no ha llegado a ciertas entidades.
El Velarde jugará contra el Sevilla en el siguiente paso de la Copa Real. Qué ande con cuidado el equipo hispalense y mire con cuatro ojos a ver si el contrario alinea a Daoíz; aunque, por mucho que sea así, lo tendrán un tanto crudo los cántabros para vencer.
