Los perros ecodetectores entrenados por el Colectivo Azálvaro encuentran dos Águilas Imperiales, única rapaz endémica de la Península catalogada en peligro de extinción, fallecidas por electrocución en Zarzuela del Monte y Las Navas de San Antonio

El Colectivo Azálvaro, organización dedicada a la conservación de la biodiversidad en Segovia, está alzando la voz para denunciar una problemática que amenaza a las aves rapaces en la provincia. Dos tendidos eléctricos de propiedad particular, ubicados en las localidades de Zarzuela del Monte y Las Navas de San Antonio, han causado la muerte de numerosos ejemplares de especies legalmente protegidas, entre las que se incluye el Águila Imperial Ibérica, una especie catalogada en peligro de extinción.
La trágica situación fue descubierta como parte de las acciones del proyecto “Falco y Quiro: Dos perros detectores para la conservación de la biodiversidad” seleccionado en la Convocatoria de Medioambiente 2023 de CaixaBank. Este proyecto emplea perros ecodetectores para localizar aves muertas y heridas en tendidos eléctricos peligrosos, lo que desempeña un papel fundamental en la conservación de la avifauna.

ÁGUILAS IMPERIALES Y OTRAS ESPECIES EN PELIGRO
El hallazgo más notable se produjo en Las Navas de San Antonio, donde se encontraron los restos óseos y plumas de dos ejemplares de Águila Imperial Ibérica. Se trata de  una de las especies emblemáticas de la fauna española, y única rapaz endémica de la Península, catalogada en peligro de extinción. Además, en el tendido eléctrico de Zarzuela del Monte, que abastece de energía al Caserío de Berbete titular de la línea, se han registrado numerosas muertes de otras aves rapaces protegidas.
Estos casos son un recordatorio impactante de los riesgos que representan los tendidos eléctricos peligrosos para la avifauna y la biodiversidad en Segovia.
Los trabajos de adecuación de las características técnicas de los apoyos de líneas eléctricas peligrosas han sido fundamentales para mejorar la supervivencia de la especie, puesto que la electrocución en estas estructuras ha sido, y sigue siendo, el principal factor de mortalidad no natural del águila imperial ibérica.
Desde la aprobación del Real Decreto 1432/2008 por el que se establecen medidas para la protección de la avifauna contra la colisión y la electrocución en líneas eléctricas de alta tensión, las administraciones públicas han invertido al menos 30 millones de euros en el período 2008-2020, que se complementarán con otros 60 millones para el período 2021- 2026 procedentes de los fondos Next-Generation de la Unión Europea, de los cuales la Junta de Castilla y León invertirá 13,77 millones de euros en la mejora de los tendidos eléctricos peligrosos.

Lucha por la conservación y la denuncia de delitos ambientales
El Colectivo Azálvaro, en su firme compromiso con la conservación de la biodiversidad, trabaja en estrecha colaboración con las autoridades y los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León para denunciar estos delitos contra la fauna. Resaltando la importancia de la Instrucción de la Dirección General de Patrimonio y Política Forestal, especialmente el apartado ‘Requerimiento de corrección por daño real’.
Esta medida demuestra un avance significativo en la protección de nuestra avifauna ante los peligros de las infraestructuras eléctricas. Los recientes hallazgos resaltan la urgente necesidad de abordar la problemática de los tendidos eléctricos peligrosos y aplicar medidas de corrección para evitar la muerte de aves protegidas.
“Si las deficiencias detectadas no se corrigen en el plazo indicado, la interrupción del suministro se considera una medida esencial para preservar nuestra avifauna, incluida en la Instrucción de la Consejería de Medio Ambiente. Ignorar la responsabilidad que recae sobre los titulares de estas líneas eléctricas podría tener consecuencias muy graves, esperemos que en un futuro inmediato se rectifique e incluya a dichos particulares con menos recursos en las órdenes de ayudas para la corrección de los tendidos eléctricos”, indica José Aguilera presidente del Colectivo Azálvaro”.

Datos preocupantes
En España, las estimaciones más conservadoras cifran entre 200.000 y 300.000 las aves que mueren al año en líneas eléctricas, bien sea por electrocución o por colisión. Ahora, un informe oficial del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) y de la empresa pública Tragsatec de 2017, estima que los tendidos eléctricos se llevan por delante un total de 33.000 aves rapaces al año, generando un coste económico de por lo menos 141 millones de euros. Entre ellas, se ven especialmente afectadas las aves rapaces protegidas, como el águila imperial, el águila de Bonelli o el milano real, que mueren por centenares.
Por su parte, se estima que esta mortalidad detectada por electrocución en tendidos corresponde al 15% de la real, ya que muchas muertes no son contabilizadas por ausencia de muestreos y en otras ocasiones la acción de carnívoros o el factor humano hace desaparecer los cadáveres. Se estima que más de 3.500 kilómetros de líneas y 25.000 postes son peligrosos, por lo que la labor de revisión y remodelación de líneas es ingente.

La patrulla canina del Colectivo Azálvaro

La ONG ambientalista cuenta con dos perros especializados en el rastreo de aves fallecidas y heridas en tendidos eléctricos, ya sea por colisión o electrocución, que fue seleccionado por Convocatoria de Medioambiente 2023 de CaixaBank con el nombre: ‘Falco y Quiro’

La ONG Colectivo Azálvaro es una entidad comprometida con la preservación de la biodiversidad. Singularmente, se centra en frenar la mortalidad masiva que provocan los tendidos eléctricos en las aves. Es por esto, por lo que hace poco más de un año se embarcó en un ambicioso proyecto: la creación de una patrulla canina especializada en el rastreo de aves fallecidas y heridas en tendidos eléctricos, ya sea por colisión o electrocución.

Una iniciativa creada para fortalecer un proyecto anterior al actual: La conservación de la avifauna protegida frente a los tendidos eléctricos en la provincia de Segovia. Esta iniciativa se enmarcó dentro de la Convocatoria de Medioambiente y Desarrollo Sostenible 2021, con el apoyo de CaixaBank, a través de la Fundación Caja Segovia. Cuenta, a su vez, con el apoyo de la Compañia Trixie España y la Clínica Veterinaria El Espinar, la entidad Sniper Nose Conservation para el entrenamiento de perros eco-detectores, junto con el Hospital Clínico Veterinario Complutense de Madrid y la Plataforma SOS Tendidos, entre otros.
PACBA, acrónimo utilizado para denominar a la Patrulla Canina de Búsqueda de Avifauna que radicará en la localidad segoviana de El Espinar, tiene como misión rastrear líneas eléctricas para detectar aquellos puntos negros en los que se debe actuar para frenar este grave problema.
Los perros de búsqueda o ecodetectores se han revelado como un instrumento esencial para atajar graves problemas ambientales, empleados en trabajos o proyectos de investigación relacionados con la conservación de la naturaleza, fauna y flora silvestre, venenos, furtivismo, etc. En la actualidad, están comenzando a utilizarse también para rastrear líneas eléctricas. Los perros eco-detectores bien entrenados tienen una gran capacidad de trabajo y detección gracias a su agudo olfato. De esta manera, multiplican la eficacia de las acciones de búsqueda de aves muertas o heridas.
El proyecto final, “Falco y Quiro”, es parte de la Convocatoria de Medioambiente 2023 de CaixaBank, que seleccionó esta iniciativa para su apoyo. A través de esta colaboración, se busca concienciar sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad y la protección de las especies amenazadas en Segovia.
Desde el Colectivo Azálvaro hacen un llamamiento a la sociedad para unirse a la lucha contra la electrocución y la colisión de aves en tendidos eléctricos peligrosos que tantas muertes provocan a lo largo del tiempo, a la vez que instan a los órganos competentes a tomar las medidas necesarias y realizar los trabajos pertinentes. “La conservación de la avifauna es fundamental para mantener el equilibrio de nuestros ecosistemas y garantizar un futuro sostenible para la biodiversidad”, explican desde la ONG.