Mucha ilusión es lo que salen de las palabras de Pablo Arévalo Mardomingo, apasionado del esgrafiado y profesional, ante el fin de semana que se avecina. El proyecto parte de su iniciativa junto a la de la Concejalía de Turismo, y el objetivo es decorar y embellecer una zona que a los cuellaranos les cuesta aún ver; la construcción que quedó sin realizar junto a San Martín, a pesar de haberse tapiado, está bastante deteriorada, y por ello se quiere mejorar esa parte perimetral.
Durante el próximo sábado y domingo se van a plasmar una serie de litografías de un tamaño aproximado de 2,60 por 6 metros, con motivos del Castillo de Cuéllar y el arco de la Judería, entre otros. Se realizarán en su técnica clásica, con arena y cal, en grandes dimensiones y tonos tierra entremezclados. Todas llevarán un marco discreto para focalizar la atención en la imagen.
En este ambicioso proyecto participan Pablo Arévalo y un equipo de entre 50 y 80 personas, entre maestros y alumnos de la Escuela de Bellas Artes de la Casa de los Picos de Segovia. Los alumnos, según comenta Arévalo, “están ansiosos y emocionados”, y los profesores están realizando una importante labor de coordinación, imprescindible para lograr aprovechar las horas este fin de semana. Está todo organizado; desde el viernes, Arévalo se desplazará a la villa para dejar montada la infraestructura de andamiaje y una carpa ante posibles inclemencias del tiempo. El sábado por la mañana, ya con todo el equipo humano en Cuéllar, se tenderán las dos o tres primeras capas necesarias para el esgrafiado. Hacia el mediodía se extenderá el resto. Sobre las 16.00 horas comenzará el marcado, un arduo trabajo que les llevará entre dos y tres horas hasta entrada la noche en la localidad. Pero también habrá trabajo nocturno, pues se realizará de manera ininterrumpida. Contarán con toda la iluminación necesaria e incluso cañones de calor para combatir el frío. El domingo se realizará la “parte bonita”. Raspado y retoques finales dejarán finalizado el mural, al menos en su primera parte. Van a ser dos los motivos de este fin de semana, y en otros dos próximos se harán varios más, hasta acabar con seis en todo el muro.
DIFUNDIR LA TÉCNICA Pablo Arévalo es albañil, pero por encima está su pasión por la litografía y el esgrafiado. Se dedica también profesionalmente a ello y su cometido, que le entusiasma, es difundir este arte y ocuparse de que no se pierda. Residente en Cantimpalos, realiza numerosos trabajos y siempre muestra en ferias su saber hacer, además, en vivo, para contribuir a preservar esta laboriosa técnica.
