El escritor Mario Vargas Llosa manifestó ayer que es “una obligación moral” de todos “echar una mano” a los refugiados que llegan a Europa escapando de “la miseria, la explotación o la violencia resultante del fanatismo” y calificó esta situación como “el drama de nuestro tiempo”.
Así lo aseguró instantes antes de ser investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca, donde reconoció que esa migración hacia nuevas “oportunidades” es “un derecho que nadie puede negarles” y, en esa atención a su llegada, “todo lo que se haga, debe de ser bienvenida”.
No obstante, insistió en que “la solución no está en aumentar cuotas, aunque es bueno que se haga”, a su parecer “la solución está en sus países, convirtiendo las dictaduras en democracias” y dotar a sus tierras en zonas “de oportunidades y de desarrollo”.
El literato habló sobre numerosos temas de actualidad en su visita a la capital salmantina y entre ellos se encontró Cataluña. Así, manifestó que en esta región “ha habido una política que iba contra una realidad que no se puede extinguir”, el uso del español como una lengua “profundamente enraizada”.
Así, señaló que tratar de evitar su uso es fruto de “una política pequeña, mezquina y provinciana” y que “no va a prosperar”, pues Cataluña tiene la “enorme suerte” y el “gran enriquecimiento” de ser “bilingüe”. Así, recalcó que las lenguas catalana y española “no son enemigas, son lenguas complementarias” dentro de una “época de globalización y de acercamiento”.
Además, tuvo tiempo de calificar la condena del opositor venezolano Leopoldo López como “absurda y disparatada” dentro de un régimen que “se ha quitado la careta” y que ha mostrado ser “una de las dictaduras con las características tradicionales”.
Vargas Llosa lamentó las actuaciones de un régimen que, a su parecer, ha mostrado también “su incapacidad económica”, puesto que vive “una catástrofe” a pesar de su “potencial riquísimo” y criticó la “neutralidad, por no llamarla complicidad” de los regímenes democráticos ante la situación que vive el pueblo venezolano.
Por último, desmintió que esté actualmente trabajando en una obra de teatro que centre su trama en sus vivencias como literato y definió esta noticia como “equivocada” ya que este proyecto es una iniciativa de la también escritora Mariana de Althaus.
Ya en su discurso de investidura, el Premio Nobel de Literatura recibió con “enorme responsabilidad intelectual” el doctorado honoris causa de la institución académica salmantina por ser “la más antigua de España” y por cuyas aulas pasaron literatos de su más “honda admiración” como Azorín, Góngora o Unamuno.
Con este acto, el escritor Mario Vargas Llosa ya forma parte del elenco de personalidades que a lo largo de sus cerca de 800 años de historia pasaron a formar parte del claustro de doctores salmantino.
