Las diputaciones de Valladolid y Segovia continuarán subvencionando investigaciones para mejorar el ajo de Vallelado. La de Segovia aprobó ayer —en el consejo rector de Prodestur, presidido por Francisco Vázquez— entregar 4.000 euros anuales durante cuatro ejercicios a la asociación ‘Ajo de Vallelado’. Su homóloga de Valladolid destinará idéntica cantidad al colectivo que reúne a los productores, para que prosigan con su trabajo, tendente a conseguir ajos totalmente sanos.
La diputada de Prodestur, Magdalena Rodríguez, explicó, al finalizar el consejo rector de Prodestur, que el apoyo de las dos diputaciones a la asociación ‘Ajo de Vallelado’ busca, a medio plazo, la creación de “un reservorio de meristemos de ajo sanos al que puedan acudir los agricultores, sin necesidad de tener que depender de laboratorios privados”.
Rodríguez quiso recordar que la Diputación de Segovia viene colaborando desde 2008 con los productores, a los que ayudó a crear la denominada asociación ‘Ajo de Vallelado’, cuyo fin principal es el de impulsar investigaciones que permitan la obtención de una simiente sana. Además, este colectivo pretende promocionar su producto, que se distingue entre todas las variedades de ajo por la uniformidad y gran tamaño de sus dientes, más del doble que los importados.
Al apoyo de la Diputación de Segovia se sumó, años después, la de Valladolid, debido a que en esa provincia hay términos municipales incluidos en la zona de producción del ajo de Vallelado.
El principal apoyo de la Diputación de Segovia a los productores fue a través del laboratorio del Consorcio Agropecuario, que inició investigaciones para la obtención de plantas libres de virus. De acuerdo a las explicaciones ayer ofrecidas por el presidente de la asociación ‘Ajo de Vallelado’, Óscar Cuéllar, en los años precedentes se habían detectado “problemas sanitarios” en la planta que provocaron que la producción de esta variedad entrara en declive, quedando amenazada su pervivencia. A similitud de los agricultores de ajo morado de La Mancha, los de Vallelado también quisieron apostar por la investigación en aras de lograr que su producto mejorara sanitariamente, lo que a su vez garantizaría su continuidad.
El complejo proceso para la obtención de una semilla sana comienza en el laboratorio, donde se cultivan meristemos. En su momento, las diputaciones de Valladolid y Segovia aportaron, cada una, 12.000 euros para la construcción de dos túneles de multiplicado y un invernadero. Finalmente, tras varios años de cultivo de las semillas sanas en invernadero, los productores pueden proceder a su siembra en el campo.
“Esperamos dentro de dos años, en 2018, contar con las suficientes semillas sanas para proveer a nuestros socios”, pronosticó el presidente de la asociación ‘Ajo de Vallelado’, a la que en la actualidad están adscritos un total de 16 productores, procedentes de las provincias de Valladolid y Segovia. Según las estimaciones de esa entidad, hoy en día se cultivan alrededor de 500 hectáreas de ‘Ajo de Vallelado’.
Como se recordará, el ‘Ajo de Vallelado’ está registrada desde 2014 como ‘Marca de Calidad’. La zona de producción abarca 32 municipios, de los que 17 pertenecen a Valladolid y 15 a la de Segovia. Estos últimos son Villaverde de Íscar, Fuente el Olmo de Íscar, Samboal, Fresneda de Cuéllar, Chañe, Remondo, Mata de Cuéllar, Vallelado, San Cristóbal de Cuéllar, Cuéllar, Frumales, Olombrada, Membibre de la Hoz, Aldeasoña y Fuensaúco de Fuentidueña.
El pasado año, 2015, los miembros de la asociación ‘Ajo de Vallelado’ se incorporaron a la ‘Alimentos de Segovia’, una marca creada por la Diputación de Segovia que abrió sus puertas a este producto de calidad, cuyas propiedades han sido reconocidas el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL) y por grandes cocineros, ya que confiere mucho aroma y sabor a las comidas. En la actualidad, el ‘Ajo de Vallelado’ está considerado como el ajo autóctono castellano leonés por excelencia.
Porqué el ajo de Vallelado es especial
La gran calidad del ‘Ajo de Vallelado’ se debe a la interacción de diversos factores, como que la variedad cultivada es un ecotipo o subpoblación genéticamente diferenciada y restringida a un hábitat específico, lo que le otorga una genética adaptada a las condiciones climáticas y de suelo particulares del entorno de Vallelado.
Por otra parte, la zona de producción tiene el clima más duro de todas las regiones ajeras de España, ya que el cultivo está sometido a los mayores saltos térmicos, desde los -15º C en invierno —época de plantación—, a temperaturas superiores a 40º C en verano, durante la recolección.
Para que un ajo tenga la denominación ‘Ajo de Vallelado’, debe haber sido plantado en su zona de producción, y dentro de ésta se descartan todas aquellas parcelas cuya superficie sea arenosa. Además, con el objetivo de romper el ciclo de algunas enfermedades y parásitos del ajo, el cultivo anterior debe ser cereal (excepto maíz), leguminosa o barbecho.
Desde la preparación de la simiente a la recolección, el cultivo es manejado con gran esmero, conjugando la tradición con la tecnología y asegurando la mejor calidad.
