El portero del Barcelona Víctor Valdés elogió ayer el rendimiento de su compañero Leo Messi, a quien pronosticó un futuro como «el mejor jugador de la historia» si mantiene la progresión que ha demostrado en las últimas temporadas.
Al argentino, gran protagonista de la victoria azulgrana en el Camp Nou al marcar los tres goles de su equipo, le espera un futuro aún más brillante. «Todo ha sumado en su progresión, haber logrado títulos en este club le ha permitido crecer. Su secreto es que sigue teniendo ganas de jugar al fútbol y de mejorar. Si eso no lo pierde, se puede convertir en el mejor de la historia, si es que no lo es ya».
Autor de los seis últimos tantos del bloque catalán, el albiceleste merece, según Valdés, «todos los adjetivos positivos que se nos puedan ocurrir: espléndido, maravilloso, grandioso», aunque para el portero, el equipo no depende de uno solo futbolista. «Lo que pasa es que es el mejor, y cuando tiene sus opciones de marcar, lo demuestra y frente al Valencia, por ejemplo, firmó tres».
También precisó que la enorme aportación del sudamericano «hace que eso destaque más», aunque el equipo «procura tener muchos aspectos positivos más».
En su nueva posición en el campo, actuando como media punta o incluso delantero centro, Messi encuentra más espacios «y engancha con los centrocampistas, además de que se puede aprovechar de los espacios que le puede generar otro delantero».
Sobre la metamorfosis del Barcelona en el descanso del partido frente al conjunto de Mestalla, Valdés explicó que en la primera parte «nuestra línea defensiva estuvo demasiado cerca del área» y que el «cambio táctico» de Pep Guardiola «ayudó a crear espacios».
Por otro lado, advirtió de que la escuadra catalana sufrirá contra el Stuttgart en la vuelta de los octavos de Liga de Campeones si no hacen «las cosas bien» y afirmó que el triunfo sobre el Valencia les ha dado «mucha confianza».
«El último choque nos ha dado mucha confianza para el próximo compromiso, y creo que la eliminación del Real Madrid nos ha de servir para aprender, porque todos los equipos que están en esta ronda te pueden sorprender».
Decisivo en el transcurso del encuentro al detener un mano a mano con el serbio Nicola Zigic, Valdés ha desvelado que intentó «lo de siempre, aguantar al máximo la posición y achicarle el espacio» y que la jugada refleja su «buen momento» deportivo. «Estoy en una racha muy buena, tanto personal como colectiva, y ahora solo espero que se traduzca en títulos».
Sin embargo, su trayectoria aún no se ha visto recompensada con el premio de la selección, una cuestión que incomoda. «En el caso de que llegue la llamada, iría con mucha ilusión y orgullo. Pero el seleccionador tiene un papel difícil, el nivel de porteros en España está muy alto», y pidió, «por respeto al trabajo de mucha gente», que no se le pregunte nuevamente por el combinado.
