Son amigos desde los tiempos en que uno era entrenador del Barcelona de balonmano y el otro, uno de sus jugadores referentes. Ahora los destinos profesionales de Valero Rivera e Iñaki Urdangarín podrían volver a unirse en Qatar, a pesar de la imputación judicial del que fuera el 7 de aquel equipo por su presunta implicación en el caso Nóos. Según anunció ayer una emisora de radio nacional, el todavía seleccionador nacional de balonmano ha ofrecido un puesto de trabajo al Duque de Palma en la Federación de aquel país, donde Rivera comenzará a trabajar en breve. Una información que el abogado del marido de la Infanta Cristina, Mario Pascual Vives, ni desmintió ni confirmó. El letrado se limitó a afirmar que todavía «está todo muy por hacer».
En caso de que aceptase la oferta de Rivera, la situación de imputado del Duque de Palma no le impediría viajar y vivir en el extranjero, aunque tendría que regresar a España para un posible juicio. Además, el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, señaló que no pedirá la retirada del pasaporte de Urdangarín, al considerar que «no hay riesgo de fuga». No obstante, la acusación popular en el caso Nóos, que ejerce Manos Limpias, sí tiene previsto solicitar al juez José Castro esta medida, e, incluso, que se le impongan comparecencias periódicas en el Juzgado de Palma.
Según el magistrado decano de Madrid, José Luis González Armengol, ahora mismo el Duque solo tendría que comunicar a Castro su intención de salir de España y recibir su autorización para poder viajar al extranjero.
«El juez tiene que tener conocimiento cabal de dónde va para garantizar su presencia en el hipotético proceso que pueda realizarse o en todas las actuaciones judiciales que él tenga a menester convocarle», explicó.
Además, González Armengol señaló que, en el caso de que el yerno del Rey no pudiese hacer frente al pago de la fianza que se le impuso, su posible sueldo como entrenador quedaría embargado «automáticamente».
Medios como La Vanguardia aseguraron que el exdeportista ya habría aceptado la oferta de su amigo Valero Rivera y que, incluso, se lo habría comunicado a Don Juan Carlos. Por ello, el Duque viajará a Qatar en los próximos días para definir las condiciones de la oferta.
El periódico catalán añade, además, que la incorporación se haría de forma inmediata, por lo que la Infanta Cristina y sus hijos permanecerían en Barcelona por el momento, al menos hasta el término del curso escolar.
El seleccionador español, que este domingo dirigió su último partido de la selección antes de marcharse a dirigir al combinado qatarí, mantiene una estrecha relación con Urdangarín, que en los casi 14 años en los que jugó al balonmano en el Barcelona, no conoció a otro entrenador.
«Soy amigo suyo, hemos convivido mucho tiempo; eso es demasiado importante. Lo está pasando mal, solo hay que verle. Habrá que ver qué dice el juez, pero pase lo que pase me tendrá a su lado», decía Rivera en enero en una entrevista con el diario El Mundo, el día después de la victoria de España en el Mundial.
Por otro lado, el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, subrayó la necesidad de «dejar trabajar» al juez instructor del caso Nóos, y reveló que, de momento, no ha pedido amparo a esta institución ante una posible perturbación en su independencia.
El ‘paraíso’ de los deportistas.- En caso de que Iñaki Urdangarín fiche como parte del cuerpo técnico de la selección de balonmano de Qatar, el Duque de Palma llegará a un país que tiene sus petrodólares al servicio del deporte. Pocos aficionados conocerán a algún jugador qatarí, de cualquier disciplina, pero el pequeño, emergente y tremendamente rico emirato árabe apuesta muchas de sus fichas al deporte: organizará el Mundial de fútbol 2022, bajo sospecha de haber comprado la votación; el de balonmano 2015 y sueña con albergar algún día los Juegos Olímpicos.
Si la llegada del marido de la Infanta Cristina se confirma, el exjugador del Barcelona de balonmano se convertirá en la última cara internacional que aterrice en Doha, una ciudad en constante transformación gracias al dinero que proporcionan las enormes reservas de gas y petróleo: rascacielos al estilo Nueva York, numerosos hoteles de lujo, estadios ultramodernos y carreteras con farolas a cada paso que atraviesan el desierto.
Así, el futbolista Raúl González fichó por el Al Sadd cuando salió del Real Madrid y se convirtió junto con el ahora entrenador Pep Guardiola en embajadores del fútbol en Qatar, donde pasa gran parte del año el también exmadridista Míchel Salgado, uno de los comentaristas estrella de Al Jazeera Sport, una cadena que al igual que el país está en completa ebullición.
Eso sí, a Urdangarín y a Valero Rivera no les faltará trabajo en Doha, ya que la selección nacional fue la tercera más goleada en el último Mundial, celebrado en España, y solo ganó un partido.
